NARCOTRÁFICO
Cae un narco en Manilva que entrenaba a su banda como a un equipo de fútbol
Se llamaban el «clan de los futbolistas», era una sociedad hermética, dirigida con mano férrea por un futbolista profesional y con disciplina espartana
No dejaban nada al azar. Todo estaban ensayado y practicado. Cada movimiento era entrenado y repetido hasta que se encontraba la perfección. La preparación de un alijo era similar a la que un equipo profesional de fútbol hace de un partido. El «clan de los futbolistas» no era una banda de narcos cualquiera. Al frente tenía a un jugador profesional . Según fuentes de la investigación, habría llegado a militar incluso en equipos de Segunda División.
El cabecilla estaba obsesionado con el deporte y con la preparación física de sus hombres. «Tenían que entrenar. No valía cualquier cosa. Debían estar entrenados y bien físicamente para poder actuar», explican fuentes de la investigación, que señalan que este narco ha sido detenido en Manilva, desde donde organizaba importantes alijos de hachís traídos de Marruecos. No ha sido sencillo, ya que hasta los alijos se entrenaban. Había un disciplina espartana y la banda era hermética ante el exterior.
Los integrantes de la banda hacían desembarcos ficticios para memorizar los movimientos, para asimilar bien los roles y las vías de escape. El jefe del clan es un «tipo listo». «Es muy inteligente. Tenían a todos preparados para poder combatir a las Fuerzas de Seguridad en caso de intervención», señala las fuentes consultadas.
La banda ha sido desarticulada en la operación «Cansinos», que se inició el pasado mes de septiembre. Se ha saldado con el arresto de 21 miembros del «clan de los futbolistas» en Manilva. Allí el jefe de la organización poseía una casa que era la base de operaciones del clan, al que dirigía con mano férrea . Los siguieron tras un desembarco. Incautaron 57 fardos con 1.750 kilos de hachís , pero los grupos de apoyo huyeron, finalmente sin éxito. Uno de ellos lo hizo en una «narco lancha» con tres motores de 350CV.
Otros 1.500 kilos
Se les perdió la pista en la playa de Borondo en San Roque (Cádiz), pero sabían el lugar al que regresarían. Los estaban esperando. Después de siete horas en alta mar volvieron cuando a Manilva cuando las condiciones climatológicas fueron favorables. Allí fueron detenidos por los agentes del Dispositivo Especial contra el Tráfico de Drogas y de Persona en el Estrecho de Gibraltar por tráfico de drogas.
Esta operación se suma a otro éxito de este grupo especial de operaciones. La segunda operación se ha desarrollado en Ceuta, Tarifa y Algeciras con la detención de otras 21 personas en la operación «Reque-Oliveros». Utilizaban «gomas» y embarcaciones recreativas para transportar los alijos hasta puertos deportivos de la zona. El hachís incautado en esta operación alcanza los 1.500 kilogramos. La Guardia Civil calcula que la organización desmantelada introducía aproximadamente media tonelada de hachís al mes en España .
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