Violencia de género

La muerte de Leonor en Fuengirola, un trágico final a un amor de más de 30 años

La mujer recibió una decena de puñalada de su expareja, mientras su hijo trató de salvarla sin éxito y también acabó herido

Manifestación por la muerte de Leonor en Fuengirola con más de 1.000 personas J.J.M.

J.J. MADUEÑO

Leonor se enamoró siendo una adolescente de F.C.S.T. Tenía unos 15 años, acaba de salir prácticamente del colegio María Auxiliadora de Fuengirola cuando comenzó una relación que, 30 años después, le ha costado la vida . Ambos se conocían desde pequeños, porque son naturales de la ciudad. Ella es parte de una familia muy querida, asentada en la calle San Rafael, donde también vive parte de la familia del hombre que está investigado por su muerte. Un apellido «de postín», ya que un abuelo llegó a ser alcalde de la ciudad. «Su madre es una mujer excepcional y sus hermanos también. Él era más soberbio, pero no para matar así », explica una vecina en la concentración en repulsa de la puerta del Ayuntamiento.

Leonor en una foto cedida ABC

En esta localidad de la Costa del Sol vivieron su historia de amor, hasta hace tres meses. «Este verano la echó de casa» , dice una vecina de la calle San Rafael, barrio natal de Leonor. Hasta ese momento, habían vivido en un domicilio en Plaza de la Constitución, a pocos metros de la calle donde la fallecida pasó su infancia. Lugar donde se personó la Policía a buscarlo la noche del sábado, según los vecinos, que recuerdan al hijo de ambos yendo al mismo colegio que su madre. « Ella era un encanto, maravillosa . La conocemos desde niña. A él también, pero era más altanero. Siempre lo tuvo todo en la vida , porque era de una familia bien», remarca otra vecina.

Las dos familias tienen mucho arraigo en la ciudad, pese a que el presunto homicida tiene nacionalidad alemana. «Es de Fuengirola de toda la vida. Cambió la nacionalidad para no tener que hacer el servicio militar cuando le tocaba», explican fuentes de la familia de la víctima, que piden que se aclare que es «español» y que tiene pasaporte alemán sólo por este interés. Su padre es alemán y su madre de Fuengirola. Fuentes cercanas a la familia del supuesto agresor explican que están «destrozados» por lo ocurrido.

Aquel príncipe de juventud le asestó, el sábado por la tarde, una decena de puñaladas a Leonor. Ella tenía 47 años y él ha cumplido 50 años. Una de las cuchilladas la alcanzó en el cuello, que es la que habría acabado con su vida. El resto estaban repartidas por el torso. El cuerpo está pendiente de la autopsia. Su hijo de 16 años presenció lo ocurrido, incluso intentó salvar a su madre sin éxito . El hombre la habría estado esperando y en la cocina se encontraron varios cuchillos manchados de sangre.

Edificio donde fue asesinada Leonor en calle San Salvador J.J.M.

El menor se abalanzó sobre su padre cuando apuñalaba con saña a su madre, recibió dos cortes superficiales en la cara y el hombro, luego pateó la cabeza del padre y salió a pedir ayuda. «Tiene mal el tobillo de la patada que le dio al padre en la cabeza », relata un amigo, que se ha acercado a la casa de los padres de Leonor en calle Sevilla –a 50 metros del lugar del suceso– a acompañar a la familia.

Cuando el hijo salió a pedir ayuda, comenzaron las llamadas a Emergencias. La primera fue de un vecino a las 19.04 horas. Dijo que había un hombre que quería matar a su mujer. Cuando la Policía Local llegó no había nada que hacer. Estaba cosida a puñaladas, junto al bolso en el que llevaba sus cosas. Los servicios sanitarios solo pudieron certificar la muerte de la mujer. El agresor fue detenido pocas horas después en el hospital Costa del Sol de Marbella. Había ido a curarse de las heridas que le infringió su hijo al intentar evitar que matara a su madre.

Domicilio de los padres de Leonor, donde los vecinos de Fuengirola se acercaron a ofrecer sus condolencias J.J.M.

Era el fin de una larga historia de amor, que se truncó cuando Leonor trataba de remontar su vida. Para ello, tras ser expulsada de la casa este verano, se fue a vivir con sus padres, hasta que encontró un piso cerca donde mudarse con su hijo. Pidió una hipoteca y comenzó a labrar un nuevo futuro , que se acabó de forma inesperada en un tercer piso de calle San Salvador. No había denuncias previas, ni antecedentes por violencia de género, aunque algunos familiares de ella dicen ahora que «no sorprende» que haya ocurrido este desenlace, entre un carrusel de improperios.

Un reguero constante de vecinos llora a Leonor en calle Sevilla el domingo, tras una multitudinaria manifestación en repulsa por lo ocurrido. «Sus padres están desolados. Conscientes de todo lo ocurrido, pese a que son mayores», afirma otro amigo que los visita en una ciudad que no olvidará este primer asesinato machista en Andalucía en 2019. «Era un estiradillo, pero esto no se lo esperaba nadie», afirma otra amiga de la malograda durante la concentración, que dio paso a los tres días de luto municipal.

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