Maquinaria pesada y un agujero de más de 15 metros: el complicado entierro de la ballena de Estepona
El animal apareció la semana pasada en la playa de La Rada después de llevar varios días a la deriva en alta mar
La ballena que el pasado jueves quedó varada en las playas de Estepona ya ha sido enterrada en Casares. El cuerpo sin vida del cetáceo fue depositado este martes en el vaso de vertido del Complejo Ambiental Costa del Sol . Se hizo siguiendo las instrucciones de la delegación provincial de la Consejería de Agricultura, Ganadería, Pesca y Desarrollo Sostenible de la Junta de Andalucía.
No ha sido sencillo. Sólo trasladar el cuerpo del animal ha sido un desafío, que ha necesitado de maquinaria pesada y de un agujero de más de 15 metros para enterrarlo . Es la medida tomada para que no desprenda olor. El pasado jueves, la instalación habilitó una zona en el vertedero para acoger el cadáver. Lo hizo ante la potencial llegada de los restos y se solicitó autorización a la Junta para su depósito.
Este martes, una vez que se han descartado otras opciones, se ha recibido al animal, que pesaba más de 15 toneladas y medía alrededor de 15 metros . En las primeras horas, las autoridades lo tasaron en unas nueve ocho toneladas y unos nueve metros de largo.
Para su traslado, en primer lugar se ha hecho uso de un camión que ha trasladado al cetáceo desde el puerto de Estepona hasta la planta. Una vez en el vertedero se han dispuesto todos los medios para pasar la ballena a un camión específico, que necesitó una tracción 8x8 para poder subir al vaso de vertido donde se depositó.
Ha sido necesario el uso de una grúa pluma, varias palas, excavadoras y buldóceres para poder echarla en el agujero donde quedará sepultado, así como la colaboración de numeroso personal. Una vez depositada la ballena en el vaso de vertido se ha cubierto con tierra hasta taparlo por completo . Así es como se evita que los olores se propaguen.
Esta no es la primera ballena que llega al complejo. En 2008 otro rorcual, esta vez de más de 20 metros y 43 toneladas de peso, también fue trasladado a la instalación . En esa ocasión el animal fue despiezado y se conservó el esqueleto, que actualmente se expone en el Museo de las Ciencias Naturales del Consejo Superior de Investigaciones Científicas de Madrid.
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