Dos malagueños llevan un mes desaparecidos después de salir a pescar en Motril

Manuel Gómez, de 53 años, y Sasha Balboa, de 48, salieron a pescar el pasado 26 de junio. Desde entonces no se sabe nada de ellos. Marcharon en un barco de recreo de unos 11 metros de eslora , que la familia de Manuel dice que es de Sasha. «Mi hermano no tiene barco» , afirma Enrique Balboa, que se enteró de que su hermano estaba desaparecido cuando la Policía Nacional se lo comunicó el pasado 28 de junio, tras la denuncia por la desaparción que puso la mujer de Manuel.

Las últimas noticias que hay de ellos es que sobre las 15.45 horas del mismo viernes, Victoria Caballero, esposa de Manuel, lo llamó para saber cuándo iban a regresar. El pescador le dijo que estaban en el barco, volviendo a puerto y que era cuestión de horas. Sin embargo, comenzó a retrasarse. « Ya nunca más cogió el teléfono . Lo llamé a las siete, las ocho, las nueve… No volvió a contestar. Aquella conversación es lo último que sabemos», dice su cónyuge, que asegura que le dijo que iban a tardar en llegar a los muelles porque había oleaje y viento.

Victoria esperó el sábado sin que apareciera su esposo por casa y fue a denunciar el domingo, puesto que su marido no había regresado. Lo hizo en la Comisaría Provincial de Málaga, diciendo que habían salido a pescar desde Nerja o Motril dos días antes. Las investigaciones condujeron al puerto granadino, donde la Policía Nacional tiene abierta una investigación junto con el grupo de Homicidios de Málaga para esclarecer la desaparición.

Se busca desde aquel viernes a dos varones de Málaga que salieron a pescar y no regresaron. Uno es Manuel, afincado en la capital, el otro es Sasha, que es vecino de Marbella. «Lo último que tienen de mi hermano es una localización de su móvil a las tres de la madrugada del 26» , dice Enrique, que añade que la Policía también investiga el alquiler de una furgoneta por parte de ambos.

Pese a todo, no hay evidencias de que el barco esté hundido. A la familia de Manuel no le han dicho que el bote esté bajo el mar, no se han hallado restos ni rastros de un posible naufragio en la zona reseñada. «No hay señales del barco ni nada. Es todo muy raro» , afirma Victoria, que espera en casa a Manuel con sus dos hijas y tres nietas. Sin embargo, hay una l lamada la madrugada del sábado a Salvamento Marítimo diciendo que tenían una entrada de agua en la embarcación. «No ha aparecido nada. Ni el barco ni ellos. Nada», asevera Enrique.

La esposa de Manuel sospecha que les han podido llevar a algún lado y los tienen capturados. « Creo que los tienen retenidos en algún lugar . No creo que mi marido esté muerto, porque no nos han dicho nada de eso», afirma Victoria. Desde entonces viven con desasosiego y, para colmo, este último mes reciben llamadas de números extraños . «Son teléfonos de Túnez. Lo he denunciado también a la Policía Nacional. No sé qué quieren. Algunas veces me dicen cosas raras, que no entiendo, y otras solo cuelgan cuando les cojo el teléfono», explica la mujer de Manuel, que sigue esperando novedades, mientras afirma que su marido es «un buen hombre».

«Manuel no tiene antecedentes ni nada. Nunca se ha mezclado con nada turbio. No sabemos qué le ha podido pasar», explica la esposa desesperada. Para Enrique todo «es muy raro». « Si no se han hundido, ¿dónde está el barco? Lo habrán llevado a algún puerto, tiene que estar en algún lado. ¿Por qué no aparece?», se pregunta mientras espera en Marbella noticias de su hermano.