Málaga también enamora a las mujeres de Banderas

Fueron muchos los años en los que Antonio Banderas seguía las tradiciones de Málaga a distancia. Por lo que le contaba y enviaba su hermano Javier Domínguez . La Semana Santa era uno de esos sueños. Un anhelo imposible de cumplir, hasta que pudo decidir al fin parar la frenética actividad de Hollywood los días en los que el calendario señalaba festividades importantes para su familia en Málaga. Entonces el actor se hizo fijo a la tradición y, durante años, cargó al hombro varias imágenes, hasta que se fue «jubilando» para solo ser mayordomo de trono de la Virgen de Lágrimas y Favores . Cita a la que no falta ningún Domingo de Ramos. Su pasión es tan fuerte que nadie en su entorno se libra de aprender a querer esa devoción por Málaga y sus costumbres más antiguas. Al final, todos a su alrededor sucumben al encanto.

La última embrujada ha sido Nicole Kimpel , su actual pareja. La holandesa ha sorprendido este año siendo la musa del cartel para la Exaltación de la Mantilla. Francisco Naranjo la pintó delante de la Catedral de la Encarnación para anunciar esta tradición que cuenta ya con 43 años de historia. Con mantilla blanca, ramo de rosas y rosario, se muestra como una dulce malagueña de cabello rubio y ojos azules. Lo hace en una tierra que visita con frecuencia y donde pasó las últimas Navidades. Con Antonio Banderas sobre las tablas de su teatro con «A Chorus Line», la felicitación de este año fue junto al árbol instalado en el ático de calle Alcazabilla y con una temperatura media de casi 20 grados.

Y no es el único período que pasan en la Costa del Sol. La pareja suele estar el verano en Marbella, cuando el actor para sus compromisos para poder tomarse un respiro. Pese a que Antonio Banderas siempre tiene reuniones, viajes o promociones que atender en esos días, Nicole Kimpel aprovecha para descansar y divertirse acompañada de su hermana Bárbara . Entre las dos eligieron Marbella para lanzar en España su primera tienda de Baniki, la marca de bolsos que han diseñado. Y son asiduas a los conciertos de Starlite Festival.

Pero no sólo en verano Bárbara regresa a Málaga, ya que es compañera de Nicole cada Domingo de Ramos. Las dos hermanas asisten, como si de un ritual se tratara, a la salida de Antonio Banderas delante la «Virgencita» de la Reales Cofradías Fusionadas . Siempre están entre la multitud que canta el himno dentro de la Iglesia de San Juan y luego recorren con el actor las calles para ver las procesiones en todo su esplendor, asomadas al balcón de calle Larios o en las esquinas furtivas donde se obra el misticismo de esta celebración.

Pero ellas son el último ejemplo. Antes el encantamiento de Málaga y, sobre todo, de su Semana Santa también sedujo a Melanie Griffith . Era habitual cuando estaba en la ciudad, como ahora a Nicole Kimpel, verla pasear por las calles del casco antiguo en sus momentos de ocio. Melanie se convirtió en una americana malagueña entregada a tradiciones que aún sigue, años después de la separación de Antonio Banderas. Es habitual en la actriz recordar cada año la salida de Jesús Cautivo desde el barrio de la Trinidad con palabras de anhelo y cariño. Se le recuerda con mantilla asomada al balcón de calle Larios, pero ahora es ella la que rememora los olores y sensaciones que sentía junto al «Señor de Málaga» en las calles de la capital.

Y es que entre Antonio Banderas y Melanie Griffith sigue reinando una amistad pese a la separación. La buena relación entre ellos hizo que el propio actor, en el día que cumplía su sueño teatral con la inauguración del Teatro del Soho Caixabank, deseara que su exmujer, junto a sus hijos, Dakota Johnson y Alexander Bauer estuvieran presentes en Málaga. Sin embargo, ese sueño es uno de los pocos que no consiguió cumplir el intérprete.

Stella del Carmen Banderas Griffith es malagueña de nacimiento. Su nombre está escrito con letras de oro como el nacimiento más ilustre alumbrado en el Hospital Costa del Sol de Marbella. Melanie se puso de parto cuando estaban de vacaciones en La Gaviota, el chalet que el actor compró en la urbanización de Los Monteros de Marbella y que está a escasos minutos de este centro hospitalario. Pese a que se ha criado en Estados Unidos y a las ausencias por trabajo de su padre, por las que pidió perdón al recoger el Goya de Honor, Stella del Carmen también tiene inoculado esa especie de virus malagueño que, por otra parte, lleva en la sangre desde la cuna.

Por eso, fue el principal apoyo de Antonio Banderas cuando perdió a su madre, Ana Bandera . Estuvo en Málaga con su padre despidiendo a su abuela y luego volvió para ser parte de la Semana Santa. A la joven se le pudo ver posando en el paseo marítimo, pero también visitando con su padre las procesiones. Estuvo en San Juan en la cita obligada de su progenitor, pero también en las cubiertas de la Catedral de Málaga, conociendo con su padre, pregonero de esta tradición, recorriendo rincones, mirando a través de las costumbres y sucumbiendo al encanto de una ciudad que la tiene como a una de sus hijas.