Periodismo
«Leemos sólo a quienes están de acuerdo con nosotros y la sociedad polarizada no tiene nada de revolucionaria»
El director de ABC Cultural, Jesús G. Calero, participa junto a Antón Castro, Blanca Berasategui y Sergio Vila-Sanjuán en el VIII Congreso Internacional de Periodismo organizado en Málaga por la Fundación Manuel Alcántara
Todos acumulan años de trayectoria en la difusión de la cultura en la prensa escrita. Por eso no es de extrañar que decenas de estudiantes hicieran cola a las puertas del Rectorado de la Universidad de Málaga para escuchar sus anécdotas, experiencias y forma de entender el periodismo cultural. El debate sobre la inmediatez, la transformación digital o la corrección política han centrado la primera mesa redonda de la octava edición del Congreso Internacional de Periodismo organizado en Málaga por la Fundación Manuel Alcántara y centrada en la crónica cultural.
«Ya sólo leemos a los que están de acuerdo con nosotros y esa sociedad polarizada no tiene nada de revolucionaria» ha asegurado durante su intervención el director del suplemento ABC Cultural, Jesús García Calero , que ha participado en el debate junto a Antón Castro, director de Arte y Letras del Heraldo de Aragón, Blanca Berasategui, al frente de El Cultural de El Mundo y Sergio Vilasanjuán, director de Cultura/s de La Vanguardia.
Según Calero, la intransigencia y la intolerancia marcan el día a día en la calle y desde sus inicios, el suplemento ha tratado de romper con una tendencia en auge: la de encajonar o etiquetar de manera sectaria a quienes opinan de un modo u otro. «En ABC Cultural se valora a las personas por la calidad de lo que hacen en el mundo de la cultura , no por sus opiniones», ha apuntado su director, el primer invitado en intervenir en un congreso al que también acudirá esta tarde la periodista de sucesos de ABC Cruz Morcillo.
Pese a la importancia de la prescripción en el terreno del periodismo cultural, ha asegurado que ésta no puede ser solamente «una especie de clase magistral», sino que ha de «mezclarse, pisar más charcos, escuchar al oído a la gente y estar pendiente de la actualidad». En este sentido, ha subrayado que, si el periodismo cultural quiere ser relevante, «no puede aburrir ni sermonear» y debe promover la conversación y abordar «debates incómodos» como la reciente polémica con el pseudónimo femenino utilizado por los tres ganadores del último Premio Planeta.
«Historias bien trabajadas y escritas nos harán ganar lectores»
«Poner delante de los ojos del lector la actualidad y las visiones de gente inteligente sobre estas cuestiones es uno de los mejores servicios que podemos hacer», ha señalado Jesús G. Calero, que es optimista respecto al futuro de la profesión: «convertir el fruto de nuestro trabajo en historias bien trabajadas y maravillosamente escritas es lo que nos hará ganar lectores».
Sobre la cercanía con la noticia, las fuentes y el dilema de la inmediatez ha reflexionado Antón Castro . El director del suplemento Arte y Letras del Heraldo de Aragón ha explicado que, sin dejar a un lado la esfera nacional, la idiosincrasia de su publicación les exige acudir primero a lo próximo y tener la comunidad aragonesa y su universo artístico como referencia. Así, ha recordado que el suplemento ha estado detrás de la primera aparición pública de múltiples artistas y que cada semana publican a un nuevo creador que es, vive o tiene algún vínculo con la región.
Castro es la única persona al frente de la redacción y edición del suplemento, por lo que ha vivido aún más si cabe que el resto de colegas de profesión la cara amarga de la inmediatez y el ritmo frenético de trabajo que acarrea. «Recuerdo que cuando llegue al Heraldo podía pasarme tres días haciendo un reportaje . Ahora eso es imposible», ha sostenido. Aun así, ha llamado a los estudiantes y al resto de público a ofrecer un trabajo «de fondo, riguroso, sensible y honesto» y a «no competir con vanidad por los clics».
En esa carrera por el liderazgo de la inmediatez ha tenido mucho que ver la versatilidad de internet a la hora de ofrecer contenidos y el auge de las redes sociales. Para Blanca Berasategui, directora de El Cultural de El Mundo, el periodismo ya no puede concebirse sin ellas y la página web ha permitido aportar profundidad al contenido. Tanto es así, que ha recordado cómo hace años los entrevistados torcían el gesto cuando el trabajo no salía en papel, mientras que ahora son conscientes de las ventajas del contenido digital .
«No nos podemos dejar dominar por el vértigo de la abundancia y la actualidad»
«Junto a la crítica de un libro publicamos una entrevista con el autor o enlazamos las criticas de sus libros anteriores. Ya no es el internet ligerito, sino que volcamos toda la dimensión de El Cultural en papel junto a una serie de información que es muy útil para los lectores», ha apunado.
Según Berasategui, una de las grandes riquezas del suplemento es el amplio contenido de opinión. «No hay nada que me guste más que publicar artículos con los que no estoy nada de acuerdo», ha asegurado la periodista, que considera que crucial distanciarse del ruido de las redes sociales y jerarquizar para ofrecer calidad. «No podemos dejarnos dominar por el vértigo de la abundancia y la actualidad , porque corremos el peligro de no reflexionar».
El último en intervenir en la mesa redonda ha sido Sergio Vila-Sanjuán . El director de Cultura/s de La Vanguardia ha repasado la trayectoria de la cabecera y cómo durante la dirección del onubense Modesto Sánchez Ortiz dejó de ser un periódico de partido incorporando a las grandes figuras de la escena cultural catalana como Rusiñol o Gaudí.
«El periodismo cultural tiene que explicar como se desarrollan todos estos procesos creativos», ha señalado Vila-Sanjuán en referencia a la Barcelona de finales del XIX, pero también a la Málaga de la última década, cuya revolución cultural es, a ojos del periodista, «una inyección de optimismo» para cualquier periodista dedicado al mundo de las artes. «La cultura da profundidad y va a ser necesaria siempre porque es la que tira de la sociedad», ha afirmado.
