Coronavirus Andalucía
Así fue la lucha de la juez del 8-M contra la Marbella corrupta
Carmen Rodríguez-Medel desentrañó más de 30 causas contra los principales actores del viciado urbanismo gilista
Ahora lucha por llegar al punto que pudo ser detonante de miles de contagios masivos, cuando se minimizaba el impacto de un coronavirus que mostraba su patita en España, pero no es la primera telaraña a la que se enfrenta. Hace más de una década, Carmen Rodríguez-Medel , la juez que trata de aclarar si en la convocatoria de la manifestación del 8-M en Madrid se cometió un delito de prevaricación, comenzó a prestar servicio en la Costa del Sol. Y en Marbella su labor fue clave para desenmarañar buena parte de la red corrupta instalada en sus poderes locales. Aquí, también, desarrolló una ingente y reconocida tarea en un juzgado de Violencia Doméstica , que poco casa con quienes ahora pretenden tacharla de «machista» por poner el foco sobre la idoneidad de celebrar las manifestaciones moradas de marzo.
Rodríguez-Medel llegó a Marbella en 2002 para ser la titular del Juzgado de Instrucción número Uno. Allí se topó en 2006 con la querella de la Fiscalía Anticorrupción contra los dirigentes del Ayuntamiento por su urbanismo corrupto. Recogió el guante, estudió los procedimientos, revisó todos los convenios y disgregó más de una treintena de causas en las que se juzgarían delitos urbanísticos y de malversación de fondos públicos . «Ella es la que separó todos los convenios y las causas que salen de aquella querella», aseguran fuentes de la abogacía malagueña a ABC.
Aclaró una maraña corrupta que había convertido Marbella en un oasis de desmanes. De aquel trabajo salieron separadas causas como «Minutas» , que llevó a la cárcel años después a José María del Nido, presidente del Sevilla CF. También «Goldfinger», que acabó con el idilio de Sean Connery con la ciudad de Marbella o la del Hotel Guadalpín, que llevó a prisión a la socialista Isabel García Marcos promulgando que era «una presa política». Aún se puede ver en la Audiencia Provincial de Málaga a Juan Antonio Roca y Julián Muñoz respondiendo por estos casos separados.
Al poco tiempo, pasó a ser la titular del juzgado de Violencia sobre la Mujer número Uno de Marbella, donde gozó de un gran reconocimiento entre los profesionales de la justicia . «Era meticulosa y muy estudiosa. Fue una juez muy preparada, que siempre tenía los procesos muy estudiados», reseñan los abogados que trabajaron con ella en casos de violencia de género.
«Era meticulosa y muy estudiosa. Fue una juez muy preparada, que siempre tenía los procesos muy estudiados»
La definen como de carácter «distante» y «siempre cumpliendo con su deber». Personalidad que pudo ser heredada de una familia de altos mandos de la Guardia Civil. Un padre coronel y un hermano con el mismo rango, Antonio Rodríguez-Medel, que ahora es comandante de Málaga, también un tío general y un abuelo también comandante de la Benemérita, José Rodríguez-Medel, asesinado por las tropas franquistas al tratar de parar la sublevación del 18 de julio de 1936 en Navarra.
Una familia de servidores públicos donde a Carmen Rodríguez-Medel le nació la vocación de la judicatura y por la que estudió Derecho en la Universidad Complutense de Madrid en 1995 , siendo la número 28 de su promoción, para luego llegar a doctora en la materia y coger como primer destino una Marbella que la encumbró en el oficio.
En la ciudad de la Costa del Sol tuvo reconocimientos públicos, como el que le brindó en 2010 el propio Consistorio. En el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer de ese año se le entregó en el Salón de Plenos u na placa para ensalzar su labor como magistrada en este tipo de delitos. Fue justo antes de marcharse de la ciudad para seguir ascendiendo en su carrera judicial.
Con la plaza aprobada en los juzgados de Fuenlabrada hizo un paréntesis para ser asesora del exministro de Justicia Rafael Catalá. Estuvo como adscrita a la Dirección General de Relaciones con la Administración de Justicia casi un año, antes de volver a vestir la toga para ser, entre otras cosas, la sustituta de Baltasar Garzón en el Juzgado de Instrucción número Cinco de la Audiencia Nacional .
«Es una magnífica juez y compañera, con una sólida formación jurídica y una enorme capacidad de trabajo»
Rodríguez-Medel también puso contra las cuerdas a Pablo Casado por el máster que realizó en la Universidad Rey Juan Carlos en el curso 2008-2009 y que el Supremo terminó archivando al no apreciar «indicios consistentes» de su participación delictiva. También fue la juez que investigó la tesis de la exministra Carmen Montón y la que imputó a la expresidenta de Madrid Cristina Cifuentes por el caso del máster.
Ahora, se enfrenta no sólo a su interés por conocer la verdad de lo que supusieron las concentraciones feministas. También al aparato del Estado al completo. El coronel Diego Pérez de los Cobos, jefe de la Comandancia de la Guardia Civil de Madrid, ha sido destituido (por una malagueña, María Gámez, directora general del Cuerpo) al negarse a trasladar a sus superiores políticos los informes entregados por la Policía Judicial a la juez. Que ayer fue acusada por la Abogacía del Estado de haber abierto «una causa» general contra el Ejecutivo .
Entre los juristas de Marbella sólo hay palabras de elogio hacia ella en los planos profesional y personal. «No puedo tener mejor concepto de ella en todos los sentidos, y tiene mi lealtad y amistad garantizadas», afirma uno de los letrados con los que compartió juzgado durante casi una década. «Es una magnífica juez y compañera , con una sólida formación jurídica y una enorme capacidad de trabajo».
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