Aseinato

Caretas, balas y pizza, el último ajuste de cuentas en la Costa del Sol

Un francés de 60 años fue asesinado de varios disparos a las puertas de un restaurante italiano en Marbella

La Policía investiga el último ajuste de cuentas en la Costa del Sol J.J.M.

J.J. Madueño

El joven había estado cenando solo en un conocido restaurante italiano de Cabopino en Marbella. Pagó la cuenta y se marchó para la calle pasando por el cartel que oferta la pizza a cinco euros. Al cruzar la puerta del extenso establecimiento oyó varias detonaciones y un coche huir de lugar. Entró corriendo de nuevo al local y le dijo al primer camarero en un español precario que llamara a la Policía. «Hay un hombre en el suelo y he oído disparos» , exclamó pidiendo ayuda. Un francés de 60 años yacía en el suelo en el aparcamiento entre los coches, su automóvil estaba aparcado junto al bordillo en la carretera. El Renault Meganne azul donde iban los sicarios se había marchado dejando la muerte fijada sobre las 20.20 horas de la noche.

El camarero llamó a su jefe que fue a ver lo que pasaba y rápidamente regresó al salón para llamar a la Policía. Otro empleado se quedó junto al cadáver. «No lo toqué, tenía los ojos abierto y una mano en el pecho. No vi sangre, pero se notaba que estaba muerto », remarca a ABC este testigo. Los primeros agentes llegaron a los pocos minutos y se activó un dispositivo. En el lugar del crimen había al menos cinco disparos.

Algunos testigos en la zona habían visto el coche. Los investigadores tenían la matrícula, el modelo y el color del vehículo en el que se fugaron. Los dos sicarios salieron a la AP-7 por Calahonda en Mijas reventando la barrera . Las cámaras de seguridad no les pudieron descubrir la identidad. En las imágenes sólo se atisban los rasgos de las caretas que llevaban puestas en el momento del asesinato y la huida. El coche era alquilado, probablemente con las placas dobladas y se aconsejaba a todos los efectivos por mensaje interno «extremar la precaución» . Ambos delincuentes eran peligrosos e iban armados.

Se marcharon en dirección a Málaga, pero salieron de la AP-7 en para subir a Mijas Pueblo. En un paraje apartado de la carretera secundaria que une este municipio con Benalmádena, enfrente de los repetidores de televisión, quemaron el coche . Era una huida preparada. Allí cogieron otro coche para salir a la A-7 y desaparecer. A las 20.40 horas se avisó a los Bomberos de Mijas de un coche ardiendo . Era el vehículo usado en el ajuste en cuentas. Calcinado para borrar cualquier prueba.

Quinto asesinato

Sobre el suelo, bajo la humedad por la cercanía del mar, la víctima era explorada por la forense en Marbella. La conclusión es que había sido asesinado de varios disparos . No todos le impactaron en el cuerpo. Varios charcos de sangre al levantar el cadáver descubrían varios agujeros en el asesinado, pero había dos casquillos señalados en la inmediaciones y tres impactos en el coche en el que viajaba el finado.

No estuvo en el restaurante, ni tampoco lo conocían en el camping cercano. Los testigos del suceso creen que el hombre había ido hasta allí a una reunión en la que fue invitado para acabar con su vida. Entre aquellos coches pasó a engrosar la negra lista de asesinados en la Costa del Sol. El quinto en seis meses –más un herido grave– relacionado con el crimen organizado. Otro «incidente asilado» , según las autoridades, al que se busca explicación y culpables.

Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación