TIROTEO TORREMOLINOS

El asesinado en Torremolinos era un narco experto en explosivos en una «guerra de la cocaína»

Hamza Ziani era un conocido delincuente holandés que fue detenido en Marbella en posesión de armas por preparar una bomba con dinamita industrial contra sus rivales

Hazma Ziani se encontraba en un restaurante de Torremolinos cuando fue matado por un sicario ARCHIVO

J.J. Madueño

Eran las 21.00 horas del pasado sábado. Un hombre encapuchado entró en el restaurante «Tiki» en el paseo marítimo de Torremolinos. Sacó un arma y disparó. Alcanzó a Hamza Ziani en la cabeza y abdomen. Lo dejó gravé y murió horas después en el hospital Regional «Carlos Haya» de Málaga. El sicario huyó en una furgoneta blanca con el cristal trasero roto. Había nacido en Utrecht (Holanda) en 1984. Tras una vida de delincuencia al más alto nivel internacional fue asesinado en el enésimo ajuste de cuentas de la Costa del Sol este año, que se ha convertido en un campo de batallas para mafias.

Ziani fue detenido a primeros de este mes en Marbella, después de hallarse una bolsa con explosivos en una obra en septiembre. Los Tedax desactivaron la bomba con dinamita industrial e iniciaron una investigación que acabó con este holandés de origen magrebí en la cárcel, pero salió tiempo después.

En su casa había coches de alta gama, dinero en metálico un subfusil y tres pistolas, junto a su correspondiente munición. La Policía Nacional dijo entonces que pertenecía a una organización criminal que usaba los explosivos contra los miembros de las bandas rivales . Se investiga también si esta organización estuvo implicada en el incendio del coche que ardió en Puerto Banús en agosto y que estaba ocupado por cuatro holandeses de los que poco se sabe.

Guerra de narcos

Sí se sabe quién es Hamza Ziani. Sería un conocido narco holandés destacado por la prensa de su país. «De Telegraaf» recuerda como Hamza Ziani estuvo involucrado con otros criminales de Utrecht en un conflicto, que sigue vivo , con el criminal más buscado en los Países Bajos, Ridouan Taghi, al que se achacan por las autoridades holandesas el encargo de más de una veintena de muertes para preservar un imperio de la cocaína , que se estima por Holanda le habría reportado cientos de millones de euros de beneficios.

El asesinado en Torremolinos habría trabajado para este «capo» durante un tiempo, hasta que decidió asaltar el poder. Según el relato ofrecido por la prensa holandesa, formó una «Alianza» con grupos rivales para acabar con la vida Taghi sin éxito. Se unieron grupos de Utrecht y Rotterdam para hacerse con el imperio del tráfico de cocaína a través del control de algunos puertos como el de Amberes.

Un centenar de protegidos

La lucha de poder desató la guerra. Según el Poder Judicial de Holanda, esta región holandesa tiene un papel principal en el comercio mundial de cocaína por ser una de las mayores puertas de entrada de Europa de esta droga. La pugna por controlar ese negocio, según las cifras ofrecidas este lunes por las autoridades holandesas, hace que haya más de un centenar de personas en la región de Utrecht protegidas por ser potencialmente víctimas de la «guerra de la cocaína» .

Con este panorama, los sindicatos de la Policía Nacional y las asociaciones de la Guardia Civil han denunciado la falta de chalecos antibalas para los agentes encargados de ir contra estos criminales. No hay un chaleco por agente, pese a que la subdelegada del Gobierno en Málaga, María Gámez, destaque la eficacia de estos cuerpos y descarte unidades especiales. «Los medios están ajustados», afirmó este lunes Gámez.

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