RELIGIÓN

El Papa bendice a los fieles de la Virgen de la Cabeza tras suspenderse la romería a causa del coronavirus

El obispo de Jaén ha celebrado la Eucarístia en honor a la patrona de la diócesis en el santuario a puerta cerrada

El obispo de Jaén ante la imagen de la Virgen de la Cabeza durante la misa ABC

Javier López

Su Santidad el Papa Francisco ha enviado una bendición apostólica a los fieles de la Virgen de la Cabeza , cuya romería, una de las más antiguas de España, ha sido suspendida a causa del estado de alerta decretado para frenar la expansión del coronavirus. El encargado de leer el texto firmado por el secretario de Estado del Vaticano, Pietro Parolin , ha sido el vicario general de la diócesis de Jaén, Francisco Juan Martínez Rojas .

El texto es el siguiente: «Su Santidad saluda cordialmente a vuestra excelencia, así a como a todos los que se unen espiritualmente, a través de los medios de comunicación social, a la tradicional romería al santuario de Nuestra Señora la Virgen de la Cabeza, que este año- a causa de la pandemia- se vive como una peregrinación interior al cerro del Cabezo ».

«El Santo Padre los anima a que, en estos momentos difíciles e inciertos que afligen a toda la humanidad, confíen en la madre del cielo; Ella, que supo estar al lado de su hijo Jesús en el momento de la Pasión y de la Cruz, también está presente junto a nosotros, acogiendo nuestras preocupaciones, dolores y temores ; y, desde lo alto, la ‘Morenita y Pequeñita’ los mira y los abraza».

«Con estos sentimientos, el Santo Padre, a la vez que suplica que recen por él y por su servicio a la Iglesia , invocando la maternal protección de la bienaventurada Virgen María sobre cada uno de ustedes y sus familiares, imparte complacido la implorada bendición apostólica como prenda de copiosos dones celestiales».

El texto de la bendición ha sido leído en el marco de la homilía que ha celebrado a puerta cerrada en el Santuario en honor a la patrona de Jaén el obispo de la diócesis, Amadeo Rodríguez Magro . Durante la celebración, María lucía el manto del centenario, realizado por el bordador Pedro Palenciano . Bajo sus pies, se había depositado un crespón negro en memoria de las miles de personas fallecidas a causa de la pandemia .

Las lecturas han estado participadas por los miembros de la hermandad matriz, en tanto que el Evangelio de San Lucas , lo ha proclamado el rector de la basílica, el trinitario Pascual Villegas . El obispo ha pedido, al finalizar la bendición, que los fieles sacaran un pañuelo blanco a las ventanas de sus casas y dieran vivas a la Virgen de la Cabeza .

Rodríguez Magro ha estructurado su homilía como un diálogo la Virgen que ha incluido una pregunta: «¿Verdad, madre, que no es ni triste ni a puerta cerrada? En una peregrinación, antes de que nosotros nos decidamos a subir al Cabezo para estar contigo en tu santuario, ya has ido tú a nuestro corazón, a nuestras casas, a nuestros pueblos y nos has invitado y atraído ».

«Hoy eres tú la que, como romera, abre las puertas de este santuario y sales de él espiritualmente, como peregrina, para acercarte a nuestras vidas, a nuestras casas. Vas a confinarte entre nosotros y a llevarnos el consuelo de tu corazón; hoy te haces médico, enfermera, del servicio de limpieza o cocinera, policía, transportista y voluntaria… y también capellana para el último adiós», ha expuesto.

Durante la Eucaristía el obispo ha apelado al maternal cuidado de la Virgen para aquellos que tienen que pasar solos el trance de la muerte: « ¿Qué sientes al saber que nuestros enfermos mueren en soledad y sólo pueden encontrar la mano amiga de sus médicos y enfermeras? Con este silencio dolorido entiendo que me dices, desde lo más hondo de tu corazón, que también para ti es muy dolorosa y cruel esa soledad por la ausencia de los seres queridos».

“Pero permíteme, Virgen de la Cabeza, que te siga preguntando: ¿están solos, completamente solos de seres queridos? ¿No hay nadie que ponga paz y esperanza en sus corazones? Tengo la impresión, Madre querida, de que, ante mi pregunta, lloras. ¿Qué me quieres decir? Creo que lo intuyo: yo sé, por tu hijo Jesucristo, cómo se muere en la fe; Él es la Resurrección y la Vida. Estoy seguro de que a los que mueren por coronavirus no les ha faltado el amor de Cristo , que les acompaña y les lleva al paraíso sobre sus hombros de buen pastor”, ha resaltado.

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