Medio Ambiente
Toxicología confirma daños al Odiel y a arroyos por el vertido de la Zarza en Huelva
Avisa de «riesgo» para la salud humana y los ecosistemas por concentraciones de metales 1.000 veces superior a los valores máximos
El vertido masivo de aguas ácidas, con elevada concentración de metales procedentes de la Corta de La Zarza , registrado hace un año, provocó «un daño sustancial» a la calidad del agua en la zona, que en el caso del río Odiel afectó en un recorrido de unos 50 kilómetros –hasta la altura de Gibraleón-, pudiendo suponer «un riesgo para la salud de las personas dependiendo de los usos del agua superficiales y subterráneas».
Así lo afirma el Instituto Nacional de Toxicología y Ciencias Forenses en el informe remitido al Juzgado de Primera Instancia e Instrucción 1 de Valverde del Camino , encargado de la investigación de la fuga contaminante -procedente de la mina, de la que son responsables las empresas Nueva Tharsis SA y Ormonde España SL - que tiñó de rojo el Odiel.
Los resultados de las analíticas de las muestras tomadas por el Laboratorio de Criminalística de la Guardia Civil y por el Laboratorio de Vigilancia y Control de la Contaminación en siete puntos , entre los días 18 y 26 de mayo del pasado año, confirmaron asimismo daños en el arroyo innominado, en el Barranco Mojafre y en el río Rivera de Olivargas , afluente del Odiel.
En el apartado encabezado como «Riesgo para la salud de las personas», los expertos avisan que una vez que las partículas de metal llegan a nivel freático, la situación «puede suponer un riesgo para la salud de las personas por consumo de agua de pozos o por contaminación a través del riego de cultivos », una tesis que defiende en base a una serie de efectos que pueden ser provocados por las sustancias encontradas, como cobre, cromo, arsénico o níquel, ha adelantado el Diario de Huelva.
Toxicología advierte además en la contaminación de las aguas «supone un riesgo grave » para el equilibrio de los sistemas naturales y concreta que los resultados analíticos muestran concentraciones que sobrepasan hasta 1.000 veces los valores máximos que pueden verterse de metales en un cauce público, incluso una semana después.
En cuanto a los ecosistemas, el informe explica que al acumularse en los sedimentos, los metales provocan una « contaminación crónica con efectos a largo plazo, ya que los metales no se biodegradan y la disponibilidad permanece».
Según las estimaciones de Toxicología, el vertido ha producido "una afección de más de 50 kilómetros de cauces de arroyos y ríos, durante varios días, hasta cuatro kilómetros aguas arriba del límite del Paraje Natural de Marismas del Odiel .
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