Misterios de Andalucía: el «chico de la curva» de San Juan del Puerto
Casi todos hemos escuchado alguna vez hablar de la «chica de la curva», de apariciones espectrales al borde de la carretera en lugares, normalmente, donde se han producido accidentes o hechos luctuosos, puntos negros que -televisivamente- se les llama hoy día
No deja de ser una leyenda urbana, historias de terror con poco contenido de verdad, salvo por aquellos que han vivido una de las apariciones en primera persona y ser víctimas del misterio.
Esta experiencia la vivió en sus carnes una persona cercana, la cual se desplazaba en coche desde Mazagón a San Juan del Puerto , ambas localidades onubenses, se trataba de un tramo que realizaba diariamente para ir a su lugar habitual de trabajo. Conducía por la carretera A-494 a una velocidad moderada, cuando al pasar por una de las curvas le llamó la atención una figura que se encontraba en el arcén. Se trataba de un joven de 30 años , delgado pero fuerte, vestía vaqueros y camiseta a rayas de varios colores, tenía el pelo largo recogido y una mochila. El individuo caminaba por el arcén en dirección contraria y al pasar el coche de nuestra protagonista, el joven levantó la mano en una clara muestra de saludo. A la conductora le llamó la atención y no concedió más importancia.
Días después, volvió al mismo tramo y se vio sorprendida por el mismo personaje que aparecía en el mismo punto, el mismo exactamente, y volvió a saludar. Misma vestimenta y misma hora . La conductora pensó: «Este momento lo he vivido ya». No era un «deja-vu».
Una semana después, volvió a circular por el mismo tramo pendiente de si volvía a ver al chico. Las anteriores 'visiones' habían sido los días 3 y 6 de junio , la tercera volvió a producirse el día 14, a un kilómetro de la urbanización Moguer. Volvió a saludarla.
Ella quedó impactada, se preguntaba la razón por la que aquel joven aparecía en aquel mismo punto, la razón por la que no avanzaba... Investigó por su cuenta un poco y descubrió que cerca de allí se produjo, hace tiempo, un accidente y que eran otros conductores los que también hablaban de un «autoestopista fantasma» en aquella misma carretera.
¿Leyenda urbana o realidad? Puede entenderse como lo primero pero para su protagonista es la más pura de las realidades.
En esta ocasión no mediaba advertirla de ningún peligro o accidente cercano, pues no se detuvo a recogerlo, simplemente el saludo, quizás la despedida de quién parte al más allá.
