BÁDMINTON

«Mi hija no tiene secreto, solo trabajo y trabajo»

La madre de Carolina Marín habla la tricampeona mundial

Carollina Marín, una campeona que a los 8 años dijo en casa que quería jugar al bádminton ISABEL PERMUY

Rosa Font

Este 2018, con 25 años, Carolina Marín (Huelva, 1993) escribe su nombre en oro al posicionarse como primera jugadora de bádminton con tres títulos mundiales al ganar de nuevo (el segundo fue en 2015). Suma medalla en la Olimpiadas de Río de Janeiro 2016 y cuatro veces el Europeo.

Cuando Carolina, con apenas 8 años, dijo en casa que quería jugar al bádminton y comenzó a hacerlo en el Instituto La Orden de la capital onubense, sus padres ni habían escuchado eso del bádminton ni sabían de qué trataba. «Me he olvidado de todos los demás deportes, no existen para mí, ahora yo solo sigo el bádminton», afirma a ABC Toñi Martín, la madre de la tricampeona mundial.

En los comienzos, ni en la imaginación estuvo la trayectoria de éxitos de su hija. No por falta de confianza. «Empezó a jugar como cualquier niño a su edad, con sus actividades preescolares . Sabes que no está en otro lado, en la calle, que está haciendo un deporte que le gusta, pero no te puedes imaginar ni que fuera a llegar al Europeo…Es como un sueño y ha pasado todo muy rápido», manifiesta.

Fue en el campeonato de Europa de 2014 cuando comenzó a mirar a Carolina desde fuera, intentando separarse de su sentimiento para observarla como jugadora. «Cuando superó los cuartos de final ahí fue cuando me dije: ¡jolín con mi niña. Madre mía, la niña! Y una persona que entiende bastante de bádminton me diría después, no sabes lo que ha hecho tu hija».

En el partido que la llevó directamente al podio, después de un primer «muy ajustado», ya en la continuación antes de que diera la vuelta al partido, Martín sintió cual iba a ser el final a pesar de su miedo. Intuición de madre. «Me dije: esto no hay ya quien lo pare».

Desde que Carolina dio el salto al deporte profesional, Toñi se aisla para verla jugar, le resulta imposible ver los partidos en compañía. Ninguna compañía. «Cuando mi hija juega me falta como el aire , con gente a mi alrededor no puedo respirar, así que los veo sola y es cómo los disfruto».

El domingo, cuando su hija se enfrentaba al título, cuenta que se durmió y, al despertar, pensó que tenía que ver el partido pero «ya había jugado y era campeona de nuevo y no sabía si había sido un sueño. No tengo palabras para describir lo que sentí, lo que siento... Soy muy feliz. Salté de alegría y lloré de emoción», relata.

¿Cuál es el secreto de Carolina? «Mi hija no tiene secreto alguno, solo trabajo, trabajo y trabajo. Es muy exigente consigo misma», nos indica. En el mes previo al campeonato, su madre sabe de su esfuerzo y de cómo lo ha estado pasando (sin que Carolina le cuente en palabras). «Muchas noches me decía, mamá, hablamos mañana, yo sabía que es que no podía...ya la entiendo».

Toñi Martín se prepara para ir a la playa y hoy ha quedado con su grupo de amigas para celebrar el nuevo título de Carolina, a solo dos días de que su pequeña vuelva a casa («por poco tiempo», lamenta) y pueda felicitarla con un abrazo de esos que harán también historia. «Como madre sufro porque quisiera estar más tiempo con ella pero no soy egoísta y sé que nos la tenemos que rifar cuando está aquí en Huelva».

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