Lucía Pérez, una de las afectadas por el incendio de Doñana
Lucía Pérez, una de las afectadas por el incendio de Doñana - ABC
TESTIMONIOS

Una testigo del incendio en Doñana: «La gente corría con los niños en brazos por la playa pidiendo auxilio»

Lucía Pérez es una de las afectadas que tuvo que abandonar a toda prisa su domicilio en Mazagón, anegado de humo y cenizas

SEVILLA Actualizado: Guardar
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«Cuando llegué a mi casa el aire era irrespirable y me marché a toda prisa. No cogimos ropa, solo queríamos salir de allí porque no sabíamos si el fuego llegaría hasta donde estábamos». Lucía Pérez, psicóloga de 24 años y residente en Mazagón, fue una de las personas que tuvo que abandonar su vivienda por el incendio que desde este sábado se mantiene activo una zona del Parque Natural de Doñana. Los atascos y el desconcierto de los vecinos aumentaba la tensión en el municipio, que se despertó de madrugada sobresaltado por el avance de las llamas.

«Lo que más me impactó fue ver a la gente corriendo por la playa pidiendo ayuda. Venían con los niños en brazos y querían ponerse a salvo», continúa Lucía, que ha contado a ABC la terrible experiencia.

«Yo llevé a dos chicos en mi coche que estaban muy asustados y me contaron que venían desde las casas de Bonares -como se conoce uno de los barrios del municipio más cercano a la playa- y que el fuego había llegado hasta la misma puerta de su casa», recuerda. Explica esta joven que «había ancianos en sillas de rueda en la avenida de los Conquistadores -una de las vías principales del pueblo- esperando a que alguien quisiera sacarlos de allí, porque seguía cayendo mucha ceniza».

Las llamas llegan a una de las casas de Bonares, en Mazagón
Las llamas llegan a una de las casas de Bonares, en Mazagón - ABC

La Policía comenzó a alertar a los vecinos y a pedirles que, si tenían posibilidades, se alojaran en otro lugar. «Hubo quien pudo, como yo que tengo casa en Bonares, y quien no, pero desde luego allí no se podía estar», asegura.

«Mi sensación -admite Lucía- es que había un caos controlado, porque nadie entró en pánico, pero ninguno sabía realmente lo que estaba pasando. Yo llamé al 112 cuando estaba saliendo y solo me pudieron decir que estaban activos varios focos en la zona de Moguer, nada más». Esta onubense lamenta que no se diera más información y que tampoco hubiera indicaciones para evacuar el municipio. Asegura que «la gente fue haciendo las cosas por sentido común y, por suerte, no pasó nada». También temían por los riesgos de la zona, pues a poca distancia se encuentra el polo químico de Huelva, aunque el viento evitó que las llamas se propagaran en esa dirección.

Las noticias que le llegan por el momento no son nada alentadoras. Las autoridades han pedido que permanezcan fuera durante algunos días hasta que se disipe el humo y no haya riesgos. «Yo, por suerte, estoy segura, pero pienso en la gente que no tiene nada más y que están fuera de sus casas con lo puesto».

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