Doble crimen de Almonte: siete años sin culpables de los asesinatos de Miguel Ángel y María

Siete años después de que Miguel Ángel Domínguez y su hija María (ocho años de edad) fueran acuchillados hasta la muerte en su propia casa en Almonte , la búsqueda del autor o autores sigue abierta, mientras la familia de las víctimas vuelve a pedir « justicia ». «Queremos alzar la voz más que nunca, que la gente de buena voluntad los tenga en su mente y en su memoria y pedimos que esa presencia en sus corazones nunca decaiga, para que su asesino, aunque no tenga conciencia y goce de la impunidad que le regala el Estado, sepa que no hay tiempo capaz de callar la sed de justicia», ha manifestado la familia en un comunicado.

La investigación de los crímenes, reabierta por el Instrucción 1 de La Palma del Condado después de que los tribunales -desde la Audiencia de Huelva hasta el Tribunal Supremo (TS)- confirmaran la absolución del que fuera único sospechoso en el caso, Francisco Javier Medina, se encuentra en compás de espera por la situación actual provocada por la emergencia sanitaria del Covid-19 .

El estado de alarma ha llevado a posponer la exhumación de los restos mortales de las víctimas para que se les practique una segunda autopsia , un trabajo pericial que llevará a cabo el antropólogo forense Francisco Etxeberría , que además examinará la mantita que cubría a la menor y el vestidito (camisón) que llevaba cuando fue asesinada, en la búsqueda de algún dato que lleve esclarecer la autoría.

La familia ha hecho además un llamamiento a la Unidad Central Operativa (UCO) para que « no desista ni un ápice» en su labor dentro de la nueva investigación «como siempre nos ha constado su laborioso quehacer, al tiempo que ha criticado que «un sistema absurdo como es el tribunal del jurado incompetente se ha encargado de vapulear y estropear su enorme trabajo profesional con la misma facilidad de quien levanta un lápiz».

«Somos conscientes del desgaste que padecemos, porque tanta lucha en este largo periodo sólo nos ha arrojado bofetadas judiciales y por increíble que parezca insultos, vejaciones y humillaciones - ha lamentado- con la connivencia del Estado mirando hacia otro lado y sin querer proteger a las víctimas verdaderas, ya que denuncia tras denuncia las autoridades competentes no han movido ni un solo dedo por ampararnos».