CRIMEN DE LEPE

«No he visto a nadie con tantas ganas de trabajar y tan necesitada por tener un empleo como a ella»

La joven apuñalada hasta la muerte en Lepe había empezado hace pocos días una nueva etapa laboral en una cafetería de la localidad, situada a escasos metros de su casa, un trabajo con el que estaba muy ilusionada, según cuentan sus compañeros

Amigas de la joven durante la concentración del pasado domingo en La Antilla EFE/Julián Pérez

S. Cabezas

El pasado lunes, Cristina había empezado en un nuevo trabajo en una cafetería de Lepe . «Vino buscando trabajo, jamás he visto a nadie con tantas ganas y tan necesitada por tener un empleo; me dijo que no tenía experiencia en la hostelería pero que ella aprendía rápido», cuenta Antonio Martín, dueño de la cafetería donde trabajaba Cristina, «así que no me pude negar y decidí darle una oportunidad», apostilló.

Se da la circunstancia de que la cafetería se localiza a tan sólo un par de calles de la vivienda de la joven , donde se llevó a cabo el brutal crimen.

«Transmitía que era buena persona y, sobre todo, muy trabajadora y dispuesta a aprender ; hay gente que te llega por algo, y ella era una de esas personas», cuenta aún conmocionado por la desgarradora noticia. El viernes se despidió de sus compañeros hasta el lunes. Nadie podría presagiar que pocas horas después, su expareja acabaría trágicamente con su vida.

«Algo nos había contado acerca de la difícil relación con su ex, pero nunca nos transmitió que temiera por su vida , es más dijo que este fin de semana le tocaba a él quedarse con las niñas», precisó Martín. A algunas de sus compañeras sí que llegó a confesarle que su excompañero sentimental tenía una orden de alejamiento, pero tampoco había querido ahondar mucho más en el tema.

Para Cristina sus hijas eran lo más importante. Su vida giraba en torno a ellas . Sus compañeras recuerdan que, aunque ella quería seguir trabajando en la cafetería, su principal dificultad era que no tenía con quien dejar a las pequeñas. «Tenía tantas ganas de trabajar y se la veía tan necesitada que entre todos intentamos buscarle alguna solución», explica.

Como muchos compatriotas, C ristina llegó a Lepe hace sólo 4 años, cuando tenía 20, con su pareja y un bebé en busca de una oportunidad . Ya en Huelva tuvo a su segunda hija. Había trabajado junto a su expareja y presunto asesino en diferentes campañas agrícolas, sobre todo en la fresa y la naranja. Ahora había conseguido trabajo en el sector de la hostelería y estaba muy ilusionada.

Familias interesadas en adoptar a las niñas

E n cuanto a las dos hijas de la pareja, de 5 y 2 años, se encuentran en estos momentos en un centro de protección de menores de acogida inmediata para casos urgentes, dependiente de la Junta de Andalucía, y será la Autoridad Judicial y los servicios sociales los que estudien las medidas más oportunas para las niñas, tras la renuncia de su familia materna a hacerse cargo. Se ha comenzado a gestionar la acogida temporal de las menores en una familia, con la prioridad de que no sean separadas.

«Ellas aún no lo saben, se le ha dicho que su madre ha tenido que marcharse fuera», comentó muy emocionada la presidenta de la Asociación de Rumanos de la Costa Occidental de Huelva, Micaela Ciliciu, quien recalcó que han recibido llamadas de familias de la localidad que están interesadas en adoptar a las pequeñas .

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