Coronavirus Andalucía

Mascarillas frente al Covid-19 en la prisión de Huelva

Internos del centro penitenciario manufacturan unas 100 unidades al día para la población reclusa y los funcionarios

Ernesto Neyra, ex de Carmina Ordóñez, ingresado en la cárcel de Huelva

Mascarillas realizadas por internos del centro penitenciario de Huelva ABC

M. Rosa Font

Aunque el centro penitenciario de Huelva , con una población reclusa de en torno a 1.100 personas , se mantiene como territorio libre de coronavirus – de momento-, se ha optado por avanzar en la protección frente al Covid-19 , desde dentro y con medios propios.

Esta misma semana ha arrancado en el penal onubense un taller de carácter ocupacional para elaborar mascarillas , que manufacturan los propios internos con material (tela y gomas) que facilita la entidad estatal Trabajo Penitenciario y Formación para el Empleo , dependiente del Ministerio de Interior .

La participación en el taller se ha adaptado a las normas de seguridad que impone el estado de alarma decretado por el Gobierno central para hacer frente a la pandemia, de manera que solo cinco internos (por tres turnos diarios) se aplican en manufacturar estos medios de protección, ha explicado a ABC el director del centro, Raúl Barba .

Por ahora, el taller está realizando unas 100 mascarillas al día destinadas al uso tanto de los internos como de los funcionarios que trabajan en el penal onubense, y tienen un « uso complementario», ha matizado, y no sustituyen a las mascarillas homologadas.

Las mascarillas están realizadas con una tela para que sean reciclables , de manera que puedan ser usadas por la misma persona tras su desinfección con agua hirviendo , según las indicaciones sanitarias.

En la cárcel de Huelva no se ha registrado ningún caso de Covid-19 hasta ahora. Dos internos fueron aislados y sometidos a las pruebas por sospechas con resultado negativo.

Suspendidas todas las comunicaciones con el exterior (vis a vis y permisos incluidos), las posibles vías de entrada del virus sería a través de los nuevos ingresos o del personal penitenciario ya que el acceso ha quedado «muy restringido», ha afirmado Barba.

En el caso de las nuevas entradas, quedan aislados y en observación en el módulo de ingresos, sin contacto alguno con el resto de la población del centro, durante los 14 días que marca la norma, como garantía de que no hay contagio.

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