Soportújar, un «pueblo de brujas» en plena Alpujarra de Granada

La historia de esta pequeña localidad en el interior de la provincia granadina, que ha hecho bandera de la identidad de sus ancestros, se ha convertido en un reclamo para turistas y curiosos

Fuente de la Bruja en Soportújar ABC

Álvaro Holgado

Es tradición que Soportújar aparezca en boca de los granadinos a medida que la noche de todos los santos se acerca. Existen razones para ello. Su gentilicio mismo, «brujos», da algunas pistas. La historia de este pequeño pueblo en el interior de la provincia de Granada es sin duda una de las más curiosas, no sólo por la idiosincrasia que poco a poco a ido cogiendo a medida que la tradición anglosajona de Halloween ha impregnado la festividad, sino por la propia raíz del r elato histórico .

Soportújar es considerado por los investigadores de la materia como un enclave fundamental para entender la conocida Rebelión de las Alpujarras . Datada en el siglo XVI, lo que fuera una cruenta y sangrienta guerra entre la abundante población morisca aún residente en Granada contra Felipe II por la limitación de sus libertades culturales, acabó con la deportación de la gran mayoría de ellos .

Tras los hechos, es entonces comienza la leyenda de esta «tierra de brujas»: la venida de emigrantes del norte de la península para repoblar la desértica zona tras la derrota morisca. La mayoría de ellos, gallegos . Meigas traían, o al menos eso parece datarse, dado que el rumor corrió como la pólvora hasta nuestros días.

En pleno siglo XVI, eso sí, las costumbres y creencias de esta nueva población norteña, llena de fiestas paganas , se vivía más bien en secreto. No parece una idea desdeñable que el peligro de intervención por parte de la Inquisición en la época añadiera aún más oscurantismo al asunto.

La cuestión es que sobre los pueblos vecinos empezó a sobrevolar la idea de que en Soportújar había nigromantes , es decir, brujas que ejercían la magia negra. Que allí, en Soportújar, se celebraban aquelarres . Hasta hay datados escritos que hablan de brujas sobrevolando la zona y que para ello se untaban los sobacos con manteca. En definitiva, una suerte de Trasmuz a la granadina , donde, eso sí, en la contemporaneidad, se le ha sabido sacar partido.

Las brujas son la bandera turística de este pueblo alpujarreño. Prácticamente no hay esquina que no lo recuerde. Plazas, calles, restaurantes, fuentes...incluso dispone desde hace unos años de un Centro de Interpretación de la Brujería.

Bien es cierto que los mitos y leyendas de la época tras la guerra en las Alpujarras del XVI apenas queda ya más que en la tradición oral de personas de avanzada edad. Es el milagro de la oralidad. De él se nutrió el hispanista Gerald Brenan en su obra 'Al sur de Granada' , tras quedar impresionado por el asunto.

Un nuevo motor económico

El alcalde y los concejales del Ayuntamiento de Soportujar posan junto a la fuente del Dragón Archiv o

Hoy día, con el puente al caer, y los turistas eligiendo destino, lugares como 'La Fuente del Dragón, 'La Era de los Aquelarres', 'El Área del Barranco Frío', 'La Fuente de las Brujas', 'La Cueva del Ojo de la Bruja', 'El Puente Encantado' o el 'Barranco Caliente' sirven como reclamos para una «experiencia» diferente.

Este último término y aquello del valor añadido en la vivencia turística no dejan de ser un añadido en una localidad, como casi toda la zona rural granadina, necesario para agilizar el desgastado motor económico de un lugar azotado por la despoblación.

Ahora, como entonces cuando los moriscos, son las brujas el principal eje sobre el que se cimenta su futuro. La 'Bruja Babayaga' que llega a pesar más de 7.000 kilogramos y a medir más de tres metros de altura, da la bienvenida al municipio y recaba los selfies para las redes sociales en cuestión.

El modelo, como ya pasó con la estatua de la falsa pantera de Ventas de Huelma , sirve como parada obligatoria. Otros lugares peculiares como la autodenominada como «calle más estrecha del mundo» en el casco histórico del pueblo añaden valor a la carta de visita. E incluso la citada fuente del Dragón , con su escultura vigente y construida también ex profeso para enfatizar en la identidad brujística.

Queda claro, eso sí, que si bien la fama en un momento pudo ser peligrosa por aquello de la Inquisición, los descendientes brujos no sólo lo dicen, sino que lo reivindican e incluso, posan para la foto . La alta ocupación que se espera para este pùente de Todos los Santos, con las actividades además preparadas para quienes la visiten este Halloween , es buena prueba de ello.

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