Decía Pablo García Baena que los patios son «escuelas de vida». Está claro que la vida que pasa por ellos es distinta al resto. Los patios son quietud, silencio, naturaleza, costumbre, arquitectura, sabiduría, tradición y muchos de los aspectos hoy endía se anhelan. La Fiesta de los Patios echa andar este martes con una expectación que pude superar todas las previsiones dada la respuesta que celebraciones anteriores como la Semana Santa o las Cruces han tenido.
Curiosamente los propietarios de los patios abrieron sus puertas con muchas más restricciones que ahora , e intentaron en esta pandemia que no se perdiera el gran aliciente de la ciudad, su fiesta por antonomasia, singular y diferente a todas, declarada Patrimonio Inmaterial de la Humanidad en 2012 . Sin la generosidad de los dueños de los patios no sería posible una fiesta centenaria como ésta.
Desde este martes y hasta el próximo domingo 15 de mayo un total de 52 recintos abren sus puertas por todo el casco histórico , una manaera única de conocer la ciudad, de perderse por ella y de adentrarse en cómo eran y cómo son los cordobeses. En las propias entrañas de Córdoba.
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