El «show» de las compras llena de gangas y ritmo todo el Centro de Córdoba

Las gangas salen al paso. A ver quién se resiste. En cada escaparate hay una oferta, una prenda a un precio irresistible, un corte de pelo por menos que nada, una colección de novelas de bolsillo que se paga con las monedas de la vuelta del almuerzo. Sí, es la «Shopping Night», la quinta que celebra la ciudad y que mantiene vivo el pulso del consumo hasta que la madrugada se rompa con el sonido del cierre metálico de los comercios.

La organización había calculado que en la calle se darían cita unas 200.000 personas y durante el arranque del evento todo parecía indicar que las previsiones se iban a cumplir. A las nueve de la noche ya costaba trabajo andar por las bocacalles de Cruz Conde, donde decenas de establecimientos habían sacado expositores a la vía pública.

El tramo peatonal del Bulevar del Gran Capitán era ya entonces un punto neurálgico del evento. Alberto de Paz, encumbrado al podio de la música por un programa de televisión, hacía las delicias de decenas y decenas de personas con su piano. Quien no lo miraba sí que lo escuchaba mientras recorría lo estands que había colocado en el paseo la firma de coches Skoda, que vistió de largo a un nuevo modelo, o se daba a las delicias tecnológicas de Leroy Merlin, con gran despliegue en el enclave.

El centro de las miradas ha sido en gran medida una impresora en tres dimensiones y luego causaron sensación los talleres de centros florales, de macetas y de lámparas, además de una demostración de colocación de mosquiteras. Auna zancada se encontraban los mostradores de los municipios de Iznájar y de La Rambla. En el primero cualquiera podía optar a ganar una visita gratuita al castillo de la localidad de la Subbética haciéndose una foto y subiéndola después a Facebook; en el segundo estaba al alcance de la mano convertirse en aprendiz de alfarero.

Escolanía del Profesional Músico Ziryab

Si algo pone en marcha el cuerpo es la música.Y en la «Shopping Night» la ha habido a raudales. Y de la buena. Los amantes de los clásicos del rock y del pop estaban boquiabiertos con la interpretación de la Escolanía del Conservatorio Profesional Músico Ziryab, que dio un recital de época sobre temas de los británicos Queen: «Show must go on» o «We are de champion» fueron algunos de los temas coreados enLas Tendillas. Muy cerca, «Los vividores de la BBC» no pararon de tocar piezas de las que todo el mundo es capaz de reconocer con un par de compases.

Si hay dudas sobre de qué canción se trata siempre está la posibilidad de usar unas de esas aplicaciones de móvil que enseguida detectan cuál es. El teléfono de Francisco Javier Gómez Gómez, responsable de la empresa cordobesa PayThunder quizás tenga uno de esos dispositivos. O quizás no. Lo que sí tiene incorporado sin duda alguna es la aplicación que su firma diseñó «ex profeso» para la noche de compras. Él mismo explicaba de qué se trataba en el expositor que su firma había montado en Cruz Conde y donde los ciudadanos podían hacerse un holograma interactivo.

«Con la guía que hemos fabricado cualquiera puede saber cuál es la oferta de la tienda más cercana y además comprar el artículo en cuestión desde el mismo móvil», señalaba quien llegó de San Francisco hace sólo unos días. En la ciudad californiana ha participado en un evento tecnológico exclusivo para el que resultó seleccionada su empresa, que entre otros avances tiene patentada una tecnología por ultrasonido.

Lo cierto es que había gangas para elegir, bien a través del celular o bien a pie de calle. Veinte por ciento de descuento en la colección de baño de Calzedonia. «Mamá, quiero mi primer biquini», insistía una niña. Un juego de traje, camisa y corbata por 69,99 euros en Prestige, en Morería. «Vamos a echarle un vistazo, a ver si nos convencen», susurraba una pareja. Camisas hawaianas para elegir, blancas, rosas, verdes, amarillas por menos de 20 euros en el Pull&Bear de la esquina de Gondomar con El Bulevar.

«Las alpargatas me chiflan»

«En la playa serían un punto», decían dos jóvenes que revolvían las prendas. Descuentos del cincuenta por ciento en los cristales de Ulloa de Gondomar y cuarenta por ciento de rebaja en las monturas además de otro tanto en las gafas de sol. «Ésta es tu oportunidad», se escuchaba junto al escaparate. Un cartel de «todo a diez euros» en Jarana de Palacio. «Ésta es la nuestra, niña», le espetaba una madre a un hija quinceañera. Camisas con un bocado del quince por ciento de su importe en Forecast de Cruz Conde. «Entremos», mascullaba un grupo de cuatro treintañeros. Un mes gratis por contratar los servicios de PTV. «Déjeme que le explique las condiciones», insistía la chica que ejercía de comercial callejera. Zapatos de Toril con un quinto de su importe de descuento. «Las alpargatas me chiflan», comentaban tres chicas.