El Norte del Sur
El Power Point
España es ese sitio con un presidente del Gobierno que en medio de una crisis migratoria presenta un 'power point' sobre 2050
ESPAÑA es ese sitio con un presidente del Gobierno que en medio de una crisis migratoria sin precedentes llega a la conclusión de que lo importante no es dedicarse a poner en su sitio, diplomáticamente o no, a quien le está haciendo un chantaje con todas las letras sino a presentar un ‘power point’ para explicarle a la gente, la misma que no sabe del todo si no se va a acabar hundiendo con la asfixia económica del coronavirus, cómo ha de ser el país no ahora ni cuando acabe la legislatura, sino en 2050 . No se puede ser más grande. Este hombre no deja de sorprendernos.
Camina a dos palmos del suelo, viaja a la frontera en helicóptero, se hace un vídeo y encima lo cuelga en las redes sociales para que le demos un ‘me gusta’, le insultan cuando toma tierra, la emprenden a puntapiés con el coche de su ministro, y en el camino de vuelta repasa las diapositivas para el ‘happening’ del día siguiente o del otro.
No hay que extrañarse demasiado, la verdad, de que en el Bulevar del Gran Capitán en Córdoba no cupiese un cordobés cabreado más el pasado miércoles para escuchar a Abascal , para intentar hacerse un ‘selfie’ con él, para pedirle que a ver si él y los suyos, que estaban recién llegados de Ceuta, arreglan esto.
Valerio Merino le hizo fotos a dos chavales subsaharianos con un abanico de Vox: justo a ellos, quizás primos hermanos o parientes lejanos del chico exhausto que se abrazó en la playa de El Tarajal a Luna, la voluntaria de la Cruz Roja que se ha visto obligada a cerrar sus cuentas en las redes sociales, qué pena de gente sin corazón y sin cabeza.
Si un Gobierno permite que su vecino de abajo se le ponga chulo y le demuestre a la comunidad internacional que sabe cómo puede hacerle daño, no es de sorprenderse que no pocos ciudadanos acaben por jalear a quien defiende que lo que hay que hacer es militarizar las fronteras de las dos ciudades autónomas , y que además se traguen que un inmigrante es malo por naturaleza aunque tenga catorce años, que vienen aquí a quitarnos el dinero que tendría que ir a la recuperación de las empresas o a las pensiones, y que la Junta habría de preocuparse más por la defensa del mundo del toro o del flamenco y menos por darle un techo y un plato de comida a trece niños que su tirano arrojó al mar diciéndoles que en la orilla los iba a recoger Cristiano Ronaldo.
