El Norte del Sur

La Dama Gris

Si Trump lee el «NYT», que ya es mucho suponer, que no le haga mucho caso a sus recomendaciones. Please

Fachada del periódico estadounidense ARCHIVO
Rafael Aguilar

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LA misma semana que «The New York Times» ha recomendado Córdoba como un sitio al que hay que ir, o venir, en 2021 —también es mala pata que dé el consejo justo en un año en el que las posibilidades de viajar van a ser tan inciertas— ha muerto uno de los reporteros más emblemáticos de ese diario, Neil Sheehan , que en 1971 publicó las primeras informaciones sobre los papeles del Pentágono que demostraban que varias Administraciones norteamericanas habían mentido a los ciudadanos sobre la guerra de Vietnam y cuya exclusiva trajo de cabeza al director de «The Washington Post», que en la aún reciente película de Spielberg interpreta Tom Hanks.

«¿Legal? Y eso a quién le importa, chaval. Estás trabajando en un periódico», le responde airado el Ben Bradlee del celuloide al meritorio que se resiste a cumplir con el turbio encargo de infiltrarse en la sede de «La Dama Gris» para averiguar qué es lo que va a sacar en portada al día siguiente. «¿Alguien está interesado en escribir noticias en vez de comentar las que dan nuestros adversarios?», abronca el jefe a la mañana siguiente al cuadro de mandos de la redacción cuando ve en la primera de «The Times» la historia que a él le habría gustado firmar. «The Post» acaba haciéndose con los documentos y forzando al Tribunal Supremo a emitir una sentencia que ampara su difusión por mucho que el Gobierno los calificase como contrarios a sus intereses, y que allanó el camino para la publicación, solo unos años después, del escándalo del «Watergate» .

La historia de Estados Unidos está llena, desde su mismo origen, de hermosas conquistas democráticas que no se corresponden con la deshonra del asalto al Capitolio y con el fantoche de un presidente enrabietado como un niño chico que pierde en un torneo de fútbol y que sin embargo quiere quedarse con la copa. «Se nos ha caído la careta democrática», decía en estas páginas el pasado sábado Joanna Johnson , una profesora de Seattle afincada en Córdoba , la ciudad que invitó en 2009 a Obama después de que la citara en un discurso en El Cairo como un ejemplo de convivencia durante el Califato . Si Trump lee el « NYT », que ya es mucho suponer, que no le haga mucho caso a sus recomendaciones. Please .

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