Pedro García (IU), primer teniente de alcalde de Córdoba: «¿Qué debe entregar ETA? ¿Tirachinas?»

Izquierda Unida y Ganemos, partido que sustenta desde la oposición al cogobierno PSOE-IU, generaron ayer un clima de tensión en el Pleno con su incomprensible decisión de no apoyar un texto de la Fundación Miguel Ángel Blanco en homenaje al político popular asesinado ahora hace 20 años.

El voltaje llegó a ser de tal nivel que el PP abandonó la sesión después de que el PSOE se pasara varios pueblos acusándole de haber provocado la polémica con el reconocimiento a Blanco y de que la alcaldesa no concediera a los populares turno de réplica.

El origen de un episodio tan lamentable como para llorar varios días está en que la referida Fundación remitió un texto a los ayuntamientos del país para recordar la figura del político al que ETA mató hace dos décadas, generando en el País Vasco un movimiento de rebeldía contra la banda etarra.

El lunes se supo que Ganemos no apoyaba el texto de esta entidad que lucha por los derechos humanos y por perpetuar la figura de Blanco y presentó un documento propio de condena del asesinato, que contó con el apoyo de IU. Respecto al texto de la Fundación, se eliminaban aspectos importantes, como pedir que se aclaren los crímenes sin resolver de ETA.

¿Pero qué es lo que impidió a Ganemos e IU apoyar el texto elaborado por la institución que trata de perpetuar la figura del joven edil popular asesinado?

En sala de prensa, el portavoz de Ganemos, Rafael Blázquez, mostró su rechazo a que el texto de la Fundación «incluyera guiños al Gobierno y felicitaciones respecto a la política antiterrorista, que no venían a cuento».

Son ganas de buscar donde no hay. Porque el documento de marras sí defiende postulados del Ejecutivo central, pero unos con los que nadie debe sentirse incómodo, como exigir que ETA se disuelva. En cuanto a la alusión a la política antiterrorista, Ganemos parece no estar de acuerdo con esto: «[Tras el asesinato de Blanco] Nació el espíritu de Ermua que asentó las bases de la mejor y más eficaz política antiterrorista: la que defiende que debe haber vencedores, las víctimas y la sociedad democrática, y vencidos, los terroristas y sus cómplices».

Luego compareció el portavoz de IU y primer teniente de alcalde, Pedro García. Al explicar su negativa al documento de la Fundación, rechazó que se emplee a un «héroe de la democracia» para «hablar de la política antiterrorista o de la entrega de las armas».

Con ese tono llano y campechano que se le va de las manos, quiso hacer una gracieta: «¿Qué debe entregar ETA? ¿Tirachinas?». Si daba por hecho que la banda ya está desarmada, debe ir corriendo con la información que maneje a los expertos de Interior en antiterrorismo que creen que la entrega de material que hizo la sanguinaria banda en abril no fue completa.

Recuperar las armas que tiene ETA es importante para esclarecer atentados sin resolver aún. Y García aseguró tener «muchas veces la sensación de que interesa continuamente hablar de esto porque alguien saca rédito». No lo citó, en este caso, pero todo su discurso fue muy crítico con el PP, ya que, a su juicio, ha obrado con la imagen de Blanco de forma «repugnante».