¿Por qué la primavera es tan inestable?

El «jet stream» o la también llamada «corriente en chorro» es, sin duda, uno de los elementos que más decisivamente influye en la temperie (condiciones meteorológicas) que tenemos en las latitudes medias de ambos hemisferios, donde se sitúa nuestro país.

En el hemisferio norte, este «jet stream» circula en invierno más cerca de nosotros, en latitudes más meridionales, trayendo consigo la llegada de las borrascas, de los frentes y por ende de las precipitaciones. Sin embargo, en verano, siguiendo las leyes de la circulación general de la atmósfera, este «jet stream» se queda prácticamente en latitudes subpolares, dándonos a nosotros un tiempo anticiclónico y estable gracias a la presencia de la dorsal subtropical.

En primavera y otoño, esta «corriente en chorro» tiene que desplazarse hacia latitudes más altas y más bajas respectivamente, pero este desplazamiento no se hace de una forma gradual, sino que borrascas más débiles y sobre todo bolsas de aire frío en capas altas de la atmósfera, son capaces de penetrar en nuestras latitudes. Esto es lo que se llama circulación meridiana .

Estas pequeñas depresiones atmosféricas, en combinación con el aire circundante que suele ser bastante más cálido, dan lugar a los bruscos cambios de tiempo en primavera y a las tormentas . Sin embargo, hasta pocos días antes, es muy complicado de prever la llegada de estas borrascas aisladas, de ahí que la primavera sea la estación en la cual es más complicado hacer previsiones meteorológicas.

Además, la posición final de la perturbación, los vientos dominantes en superficie en cada situación y más factores, hacen que las precipitaciones sean más abundantes en unas u otras zonas, siendo la situación general muy similar a grandes rasgos.