EL ESTILITA
La política y la tortilla del santos
El alza de nueve puntos que le da el CIS al PSOE es improbable en España e imposible en Córdoba. ¿Se imaginan a los susanistas votando a Carmen Calvo?
Si fuera cierta la encuesta del CIS , Sánchez convocaría elecciones inmediatamente. De hecho es lo que va a hacer a la vuelta del verano. Pero no porque se la crea, sino porque -como no puede hacer otra cosa- confía en que al menos contribuya a sugerir un ambiente favorable a sus escasas expectativas electorales. Es decir, que tiene un carácter más volitivo que cognoscitivo ; o sea, que constituye un acto de propaganda premeditado.
No puede imaginar nada distinto, puesto que la situación que proviene de un origen miserable solo es susceptible de empeorar. Su única esperanza es que Andalucía lo salve , aunque tampoco le incomoda la opción de que Susana se hunda con él . Lo cual no sería un vaticinio descabellado.
La subida de nueve puntos que le da al PSOE el sectario Tezanos es improbable en toda España, pero imposible en Córdoba . ¿Se imaginan ustedes a los susanistas votando a Carmen Calvo ? Antes se ahorcarían con la pajarita de Hurtado . ¿Y a Ambrosio ? ¿A quién?, preguntarían tanto los susanistas como los sanchistas. ¿Quizá Durán , que carece de complejos y sabe proveer a la familia? Pero la familia no da para un concejal y mucho menos para un diputado. ¿Tal vez los diputados actuales? ¿ María Jesús ? ¿Dónde está María Jesús? Olvidada tras sus currículos cambiantes, sus reincidentes contratos temporales y sus contumaces irregularidades municipales. ¿Acaso el susodicho Hurtado? Hurtado no da el perfil telegénico necesario para ir de número uno ni con lazo de lunares.
Hemos supuesto además que se convocarían las generales conjuntamente con las andaluzas. Se repartirán las listas, por tanto, y los unos no votarán a los otros ni los otros votarán a los unos. En los sobres de las candidaturas se deslizarán subrepticias papeletas del PP y de Ciudadanos para fastidiarse mutuamente. A Juanma Moreno , sin comerlo ni beberlo, puede sobrevenirle un triunfo electoral, lo que provocará, sin duda, una hemorragia de ¿satisfacción? en Arenas . Y Juan Marín puede verse abanicando a aquel lo mismo que a Susana.
Así que los resucitados del PP cordobés son los únicos que se las prometen muy felices, ahora que son todos de Casado . Pero van a arañarse por el derecho de primogenitura. Aquí solo estuvo apoyando al nuevo presidente popular desde el principio Lorite . Y luego la cuñadísima . Los restantes siguieron a Nieto en su exultante conversión casadista al grito de ¡Merino el último! ¡Vaya tropa!, habrá dicho este, emulando una vez más a Romanones .
Lo cierto es que Lorite ha conseguido al menos que Casado lo nomine para la presidencia de la Diputación, lo cual no le asegura el número dos de la candidatura de Córdoba, que parecería razonable siendo residente en la capital. Lo mismo lo envían otra vez a Obejo . Téngase en cuenta que Nieto ha vuelto para quedarse . Y la pareja estable que ha formado con Zoido continúa fructífera. Por lo pronto han copado el área electoral del partido, fundamental en la elaboración de las listas, sobre las que no tiene competencia más órgano que el comité presidido por el sevillano.
Son tiempos de tribulación , donde nada es lo que parece ni nadie es de quien se supone. Como la tortilla de Santos .
