La Policía Local decomisa la planta de cannabis que un peatón llevaba por el Centro de Córdoba

En la crónica de sucesos es normal leer que la Policía o la Guardia Civil han desarticulado una plantación de marihuana (más grande o más discreta) que estaba conectada al fluido eléctrico oculta en un chalé o una nave. Pero la Policía Local de Córdoba realizó el pasado domingo la intervención de cannabis más rara de cuantas se han visto. Fue a plena luz del día, en el centro de la ciudad. En la esquina entre Claudio Marcelo y Diario de Córdoba: frente al Templo Romano y el Ayuntamiento.

A las 20.30 horas, aproximadamente, un ciudadano paseaba tranquilamente por la zona con una maceta de cannabis sativa en las manos. La maceta propiamente dicha, el tiesto, estaba cubierta con una bolsa pero la planta era perfectemente visible. Poco desarrollada para como se ponen estas plantas, que suelen alcanzar tamaños relevantes. Las hojas, sin embargo, eran lo suficientemente descriptivas de su naturaleza . Un proyecto de planta pero planta al fin y al cabo.

Una patrulla de la Policía Local, en automóvil, pasaba por la zona y paró de forma inmediata al peatón y a su planta . A una hora a la que hay muchas personas en los locales de hostelería de las inmediaciones, dio el alto, pidió la documentación al administrado, le instaron a que dejara la maceta en el suelo y le invitaron a que se vaciase los bolsillos.

Los agentes realizaron una primera inspección de la maceta por el procedimiento tradicional: acercar la nariz . Requirieron órdenes a jefatura para saber qué hacer ante las explicaciones que les daba el vecino supuestamente propietario de la planta. Pasada media hora de disquisiciones en la esquina de Claudio Marcelo, a las 21.00 horas, los agentes realizaron la identificación del ciudadano, intervinieron la maceta y siguieron su marcha.

Para que exista un delito contra la salud pública , la mera tenencia de una maceta de cannabis sativa (contando con que sea hembra, que es la que proporciona el estupefaciente) no es un delito contra la salud pública. Existe una jurisprudencia amplia que exige que se compruebe que no es para autoconsumo y que se tiene intención de comercializarla entre terceros.

En ello tienen que ver cuestiones como elementos variados como el ánimo de ocultarlas (en este caso, nulo) o la disposición de útiles para pesado y distribución . La cantidad disponible es clave . Hacen falta, para que haya delito, cien gramos de sumidades de la planta, floridas o con fruto, con la resina sin extraer.

Todo lo demás se solventa con una sanción administrativa . Se haga donde se haga, tiene una multa mínima de 601 euros que lleva aparejada, siempre, la retirada de las plantas y los útiles de cultivo.