Música

Pablo García-López, una voz de Córdoba que triunfa por el mundo

El cantante acaba de estrenar en Lausana «Doña Francisquita» bajo dirección de Lluís Pasqual

Pablo García-López, en la representación de «Doña Francisquita» en Lausana ABC

Féliz Ruiz Cardador

Pablo García- López (Córdoba, 1988) responde alegre al teléfono, ese fiel compañero que lo acompaña en sus andanzas artísticas por el mundo y que lo une a los suyos. Lo hace desde Lausana, donde representa hasta este domingo «Doña Francisquita» , la zarzuela que crearon hace ya casi un siglo Romero Sarachaga y Fernández-Shaw con música de Amadeo Vives e inspirados por «La discreta enamorada» de Lope de Vega. Ritmos y acentos muy españoles que ahora triunfan en la invernal Suiza y a los que el tenor cordobés le aporta su sello en el papel de Cardona , personaje que ha recibido con alborozo la crítica del país helvético, donde García-López ha sido calificado estos días como «tenor fresco y burbujeante», lo que él cuenta entre risas también efervescentes y alegres.

«Doña Francisquita» significa para el artista el inicio de un año intenso, que lo llevará por numerosos escenarios y que en breve lo traerá por su ciudad, pues en febrero inicia los ensayos de «La flauta mágica» de Mozart , que se estrenará el 5 de marzo en el Gran Teatro con una gran expectación alrededor.

García-López , cuya felicidad se contagia incluso en charla telefónica, confirma «que el año 2020 se me presenta muy bien». A Lausana ha regresado tras cinco años para reencontrarse con la zarzuela, un género en el que no es habitual. «Doña Francisquita», dirigida en esta ocasión por Lluís Pasqual en lo teatral y Roberto Forés en lo musical, ha sido sin embargo muy importante en su trayectoria y por eso volver a ella siempre le emociona, como siempre le ocurre con la música española, que el joven tenor ha llevado en los últimos años a países como Noruega, Alemania o China.

«Es una obra que me ha acompañado en diversas etapas de mi vida, pues la hice por vez primera cuando era miembro del Coro de Ópera en Córdoba y luego la representé en Toulouse hace seis años, justo antes de mudarme a Berlín», explica el tenor. Cuenta además con la ventaja de que el reparto tiene importante presencia andaluza, gracias a la soprano sevillana Leonor Bonilla y al tenor jerezano Ismael Jordi , con el que le une a Pablo una gran amistad desde hace años. «Vivimos aquí los dos en el mismo edificio y compartimos aficiones y el hecho de proceder de dos ciudades muy parecidas», explica.

El tenor posa en el Gran Tearo de Shangai ABC

Se agradece tal compañía y complicidad en esa vida viajera que lleva García-López desde los años en los que Plácido Domingo lo incluyó en su Centro de Perfeccionamiento y que fueron un momento clave en los albores de una carrera plagada hoy de éxitos.

El tenor se muestra también expectante por su regreso a Córdoba, donde debutará en el papel de Tamino , un principal que siempre anheló. «He venido haciendo roles de tenor mozartiano desde hace años, pero el debut de Tamino lo llevo preparando desde hace tiempo porque me gustan las cosas bien hechas, sin prisas». García-López, que durante varios años ha vivido en Berlín , habla alemán con fluidez y eso también le ha ayudado a preparar este personaje, al que le dedica tantas horas que su compañero Ismael Jordi suele decirle con humor que lo tiene ya cansado de tanto Tamino .

Un viaje iniciático

Dirigirá el montaje el cordobés Francisco López y avanza el tenor que será «bastante clásico y con la esencia de lo que Mozart quiso representar». «Esta ópera cuenta un viaje iniciático, el de un niño que se convierte en un hombre y que entiende las cosas importantes de su vida». Se trata de la última ópera de Mozart y, según el tenor, «eso se nota». Pablo García-López espera disfrutarlo y que sea del gusto público, aunque se trata de un montaje «muy distinto» al «El elixir de amor» de Donizetti que representó en este mismo escenario en 2016. También avanza el cantante que «el reparto es muy redondo, por lo que hay que felicitar al Gran Teatro», ese coliseo que para el artista una segunda casa, pues en él se formó.

-Ahí -explica el tenor- he pasado algunos de los momentos más felices de mi vida. Ahí me pruebo y también me expongo mucho. Le digo a la gente, que es mi gente, que este soy yo. Ellos saben quién he sido , saben de donde vengo. Por eso me siento muy desnudo delante del público de Córdoba , aunque también me desnudo ante ellos por propia decisión. Los cantantes de ópera no tenemos la exposición pública que pueda tener en nuestra ciudad un artista flamenco, pero yo me siento respaldado, me siento querido, y por eso intento siempre devolver ese respaldo.

El artista, tras una década en la que apenas ha parado, también entiende que «quizá sea el momento de disfrutar y de templar», aunque reconoce que eso es difícil pues siempre se abren nuevos caminos.

Pablo García-López, en el interior del Gran Teatro de Shangai, en China ABC

-Descubro cosas en mi voz -afirma- y ahora me apetece reivindicar la exquisitez antes que el virtuosismo. Lo que tengo claro es que estoy satisfecho de haber sido sido fiel a mí mismo, de haber sabido mantener ciertos valores que entiendo como muy importantes y también de ver como gente que al principio no veía clara mi carrera ahora me respeta mucho. También es una satisfacción enorme que los grandes directores de Orquesta hayan querido trabajar conmigo, como es el caso del maestro Zubin Mehta o del inolvidable López Cobos . También de otros directores contemporáneos como el vasco Juanjo Mena o el canario Manuel Hernández Silva, que ha sido fundamental en mi carrera pues me dio la primera oportunidad y desde entonces hemos coincidido en muchas ocasiones. Yo creo que los espectadores del Gran Teatro que no me hayan visto desde hace tiempo se van a sorprender mucho con mi evolución. Y todo está aún por hacer según yo lo veo, pues ahora empieza para mí la treintena y lo que entiendo como mi etapa de madurez. Ahora no es como antes y las carreras de los artistas son muy cortas, pero yo no quiero que me ocurra eso, yo lo que deseo es seguir viviendo de esto muchos años. Por eso mismo voy tomando mis propias decisiones con prudencia, aunque también tomo riesgos porque así debe ser si quiero seguir creciendo.

Más actuaciones

Con esa filosofía afronta el artista un futuro inmediato que por lo pronto pasa por Córdoba pero que en este 2020 recién comenzado tiene muchas otras estaciones ya confirmadas. Por ejemplo, una vez concluya «La flauta mágica» en el coliseo cordobés, acudirá García-López al Teatro de la Zarzuela, donde se estrenará el 26 de marzo «Policías y ladrones», del compositor madrileño Tomás Marco . Otras escalas que luego irán llegando serán «El gato con botas» de Xavier Montasalvatge, justo antes de verano y en el Auditorio de Alicante, y también la primera ópera que interpretará del compositor francés del siglo XX Francis Poulenc.

Volverá más tarde García-López a Navarra para interpretar bajo la batuta de Hernández Silva , exdirector de la Orquesta de Córdoba y al que considera «un padre artístico», unos conciertos de Beethoven y por último regresará a Córdoba para actuar con la Orquesta. «Este año es una pasada -explica García López- y 2021 también comienza a perfilarse bien con un regreso a Suiza con una ópera de la que aún no puedo avanzar mucho, pero que interpretaré en alemán ante un público de habla germana, lo que siempre es un reto». Ilusionado se despide el tenor desde Lausana, con la mirada puesta ya en su regreso a Córdoba , la ciudad de la que salió un día con el sueño juvenil de triunfar en la ópera y a la que ahora regresa como profeta en su tierra y con el deseo de devolver el cariño recibido.

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