Los joyeros cordobeses buscan nuevas vías para esquivar la subida del precio del oro

El precio del oro se ha duplicado desde que empezó la crisis, pasando de en torno a los 21.000 dólares por kilo que se pagaban en 2007 a los más de 42.400 dólares con que cerró su cotización en Londres el pasado viernes. Y entre medias, en lo más profundo de la crisis, alcanzó un pico de 59.082 dólares el 25 de julio de 2011, una cifra que no se ha vuelto a alcanzar y que supone casi el triple que apenas cuatro años antes. El elevado coste del metal ha tenido un impacto en la industria joyera, que busca nuevos mercados y productos.

Todas las fuentes consultadas aseguran que el precio del oro ha afectado a la joyería cordobesa de manera negativa en varios aspectos, pero es imposible saber en qué grado. La Asociación de Joyeros declara que no dispone de datos sobre las importaciones de oro en el sector; por su parte, el principal proveedor de metales preciosos de la industria cordobesa, la Sociedad Española de Metales Preciosos (Sempsa JP, que desde 2013 pertenece a un grupo alemán y que tiene oficinas en Córdoba y en Madrid), se ha negado a facilitarlos.

Según Milagrosa Gómez, presidenta de la Asociación Provincial de Joyeros , «el elevado precio del oro está afectando de forma negativa, principalmente a la joyería que es más comercial. En este sentido, se observa que los clientes se decantan por joyería más ligera, de materiales más baratos como la plata, que en definitiva dan como resultado un producto menos costoso». Una opinión similar ofrece Rafael Ruiz, presidente del Parque Joyero : «El precio del oro nos afecta, ya que si es elevado restringe las ventas y encarece el producto final», aunque sostiene que la crisis económica ha tenido mucho más impacto en la joyería cordobesa que el precio del metal precioso.

Por ello, los orfebres cordobeses llevan años buscando y trabajando con nuevas vías y métodos que esquiven, al menos en parte, el precio del oro. María del Carmen López, doctora en Ciencias Empresariales y profesora de la Universidad Loyola , explica que «los cambios culturales hacen que no se le dé tanto valor a la joya como bien de inversión, o que la bisutería compita en determinados segmentos de mercado o para determinados usos (por estar más adaptada a la moda que la joya de precio bajo). Esto en parte puede tener más influencia en el sector que la evolución del precio del oro en sí».

Por su parte, Milagrosa Gómez asegura que «actualmente se están combinando el oro y la plata con otros materiales, como el acero, que hacen que el precio final para el consumidor sea más asequibl e. Asimismo, también se está trabajando con oro de menor kilataje (14 y 9), que es algo muy extendido en Centroeuropa, que abarata el precio de venta final al consumidor».

El precio de la plata también ha subido durante la crisis y actualmente se sitúa en 567 dólares el kilo, cuando llegó a estar a casi 1.500 en marzo de 2011. Al no ser un valor refugio como el oro, su precio depende más de la ley de la oferta y la demanda y se ve menos afectado por factores externos como los mercados financieros o los bancos centrales, explica la profesora de la Loyola. Por su parte, la presidenta de los joyeros indica que «la diferencia existente con el precio del oro hace que las ventas de la plata, y por tanto la joyería que con ella se fabrica, no se haya resentido tanto».