SEQUÍA

Navallana, primer recurso de Córdoba antes de las restricciones

El plan de la escasez del agua no prevé la existencia de un déficit hídrico que afecte al consumo

Pantano de San Rafael de Navallana ROLDÁN SERRANO

R. R.

La Confederación Hidrográfica del Gualdaquivir hizo público ayer el borrador del Plan de Sequía de la Cuencia del Guadalquivir, el documento que ordena las medidas a adoptar ante la situación coyuntural de ausencia de precipitaciones. El informe tiene que someterse ahora a un procedimiento de información pública tanto de los organismos y entidades afectadas como de cualquier otra iniciativa ciudadana que se considere agraviada.

Se trata de una descripción de la situación de cada una de las zonas en función de sus niveles de abastecimiento, la realidad hídrica a día de hoy y desde un punto de vista histórico y qué medidas son las oportunas de cara a una situación en la que el periodo seco pase de alerta a emergencia generando problemas en el normal abastecimiento de hogares e industrias.

Serie histórica

El Área de Abastecimiento de Córdoba capital se encuentra en estos momentos en situación de normalidad que es cuando se garantiza un volumen de agua embalsada para un plazo de tres años. Las restricciones solamente llegarían en el caso de que se alcanzase el nivel de emergencia que es cuando los recursos cubren un año de demanda o menos. En principio, no es habitual esta figura que en la serie histórica (desde 1980) se ha producido en un 15 por ciento todos los meses estudiados.

Lo que plantea el sistema de respuesta es una gradación de medidas con carácter previo a cortar el agua (retirar hasta un diez por ciento de los recursos que ahora se consumen) o echar mano del caudal ecológico del Guadalquivir, cosa que se hizo en otras sequías cuando los pantanos estaban en una situación comprometida.

En el caso de situación de alerta o emergencia, el planteamiento sería el de tirar no solo del embalse del Guadalmellato sino también del de San Rafael de Navallana. En concreto, en el primero de los supuestos se llegaría a un 18 por ciento del consumo mensual de Navallana mientra que en el caso de que la situación se agravara de verdad, hasta hacerse crítica, se llegaría a un cincuenta por ciento del consumo del pantano gemelo, que habitualmente se destina a tareas de regulación del cauce. El plan también prevé tirar de masas de agua subterránea con el objetivo de completar las necesidades.

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