OBITUARIO

Muere Antonio Gala, el último clásico de las Letras de Córdoba

El escritor, nacido en Brazatortas (Ciudad Real) en 1930, llevaba batallando contra el cáncer desde hace más de una década

Gala, un clásido al filo de la noventena

Rafael Aguilar

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Las Letras están de luto. Ha muerto Antonio Gala , el último clásico de la literatura de Córdoba . Nacido en Brazatortas ( Ciudad Real ) y afincado en Córdoba desde los 9 años al trasladarse su familia a la ciudad , el autor ha fallecido a los 92 años después de una larga enfermedad que lo ha tenido hospitalizado en las últimas semanas.

Han pasado más de nueve décadas desde aquel 2 de octubre del año 30 en el que vino al mundo bajo el declive alfonsino y en las llanuras manchegas, en la localidad ciudarrealeña de Brazatortas . Aún en la infancia, se trasladó con su familia a Córdoba , ciudad de la que se considera parte por vivencias y por tradición literaria.

Las noches con Jesús Quintero

La aportación de Gala a la Literatura es enorme. Articulista de prensa, dramaturgo , poeta y novelista , su personalidad arrolladora e inclasificable ha marcado una época en la creación artística en España . Basta con citar, por ejemplo, aquella etapa inolvidable en la que Jesús Quintero entrevistaba a Gala entre humo de cigarro , sonrisas pícaras y silencios filosóficos; noches mágicas -albores de los años 90- en los que España entera se sentaba ante el televisor para ver hablar al poeta de bastón y pañuelo al cuello, convertido ya entonces en el arquetipo del escritor con mayúscula dentro del imaginario colectivo.

O también los primeros 80 en los que crujió por vez primera la inocencia de la Transición con aquellas manifestaciones contra la OTAN en la que el escritor fue figura destacada. Mucho más atrás aún se vislumbra también una juventud legendaria, con su punto díscolo y aventurero y que el propio Gala contó en 'Ahora hablaré de mí' .

Tal y como recordaba el periodista Félix Ruiz Cardador en un artículo publicado por ABC en octubre de 2019 , «tras pasar por Po rtugal e Italia , acabó radicándose en Madrid y convirtiéndose en uno de los grandes dramaturgos del siglo XX español , en un novelista de éxito constante y en un poeta vocacional que nunca abandonó esos versos en los que curtió su juventud y que siempre acabaron 'envenenando' todos sus textos de lirismo , de un sello muy propio y de una fina nostalgia ».

Gala, con Concha Velasco en Bodegas Campos ARCHIVO

Comprometido de una manera muy clara con las posturas de izquierda durante la Transición , quedan el recuerdo sus 'Charlas con Troilo', 'El manuscrito carmesí ' y 'La pasión turca ', que llevó al cine Vicente Aranda con Ana Belén como protagonista. Sus 'Cartas a los herederos ' y sus ' Troneras ' en los periódicos marcaron una época, así como en la poesía amorosa lo hicieron los versos de 'El águila biéfala' . Entre sus obras también destacan 'Los verdes campos del Edén', 'Anillos para una dama', 'Enemigo íntimo' y 'Granada de los nazaríes'.

Antonio Gala superó el cáncer que le fue diagnosticado en 2010 , del que no le quedó ni rastro, pero aún así ha mantenido estos años una vida de retiro y sosiego. En este tiempo no ha concedido entrevistas ni ha hecho vida pública salvo contadísimas excepciones, pero sus cercanos reconocen que son muchas de las cosas que eran habituales en su vida que le gustaría seguir ejerciendo aún.

Los territorios del autor

«En los últimos años, la vida del artista se desarrollado por ello entre dos territorios», recuerda Ruiz Cardador: «En 'La Baltasara' , que es la casa que tiene en la localidad malagueña de Alhaurín El Grande, y la vivienda de la que dispone en la Fundación Antonio Gala de Córdoba». Cuentan que dedicaba dos o tres horas diarias a leer la prensa con morosa curiosidad y que lee también a los clásicos y los libros que le van llegando de antiguos becados de su fundación. Los premios que ganan, en ocasiones por libros escritos o cuadros pintados en la propia Fundación , los siente como propios».

El legado de Gala está cifrado en la Fundación de la calle Ambrosio de Morales de Córdoba, inaugurada a comienzos de este siglo, y que promueve la creación de los jóvenes en diversas disciplinas artísticas. El lema de la Fundación Antonio Gala para Jóvenes Creadores es ese verso del 'Cantar de los cantares' : “Pone me ut signaculum super cor tuum”: 'Ponme como un sello sobre tu corazón'. El que ha dejado Gala con su marcha.

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