Más de 5.100 firmas en Internet piden al Ayuntamiento de Cabra que suelte a los gatos capturados

El Ayuntamiento de Cabra ha puesto en marcha, a través de la Delegación de Medio Ambiente, una campaña para controlar la población felina local. Los animales capturados estarán durante diez días en dependencias municipales a la espera de que aparezcan sus dueños o sean adoptados; en caso contrario serán sacrificados. La actuación municipal no se ha visto libre de la polémica y poco ha tardado en ser cuestionada a través de las redes sociales. De hecho, se ha creado una campaña de recogida de firmas en la plataforma Change.org, a la que hasta el día de ayer se habían sumado unos 5.164 firmantes, en la que piden la liberación de los gatos.

Por si no fuera poco, la asamblea local de Ciudadanos, que todavía no ha concurrido a unas elecciones municipales en Cabra y por tanto no está representada en el Consistorio, ha emitido un comunicado mostrando su indignación sobre la solución tomada por el Consistorio para erradicar los gatos callejeros.

Recuerda que con fecha 12 de diciembre ya presentaron y dieron registro de una propuesta para elaborar una campaña sobre la gestión de colonias de gatos callejeros con el método de captura, esterilización y suelta en su lugar original o su reubicación en otro espacio.

La polémica ha surgido cuando alguien se ha percatado de que se estaban llevando a cabo labores de captura, generando una alerta en las redes sociales. Acto seguido el Ayuntamiento emitió un comunicado justificando la obligatoriedad de recoger los animales abandonados en la vía pública. Asimismo, anunciaron que el objetivo de la campaña está centrado en la necesidad de controlar la «excesiva proliferación descontrolada» de estos animales en Cabra.

El Ayuntamiento añade que estas colonias, que se han detectado en varios lugares como parques públicos, jardines y otros lugares pintorescos como el paraje de la Fuente del Río, también tienen otros problemas asociados para la ciudad, pues la comida que se les deja se está convirtiendo en un reclamo para otros animales como las ratas, las cucarachas y los ratones, quedando en numerosas ocasiones esparcidos por la vía pública.