Contramiradas

Manuel Martínez (Medina Azahara): «Que la antorcha del rock andaluz nunca se apague»

En un solo mes, el alma de Medina Azahara ha visto apagarse a su hijo y encenderse la luz de un vibrante disco en homenaje a los inmortales Triana

Manuel Martínez, cantante de Medina Azahara Álvaro Carmona
Aristóteles Moreno

Esta funcionalidad es sólo para registrados

A sus 70 años, el incombustible líder de Medina Azahara cierra el círculo de su soberbia trayectoria musical con un disco de homenaje al grupo germinal del rock andaluz. Hace exactamente 46 años Triana dinamitó la escena española con una obra luminosa que alumbró uno de los caminos creativos más sugerentes de la música contemporánea. Manuel Martínez sigue, tantos años después, portando la antorcha de un género que aún sigue vivo en la memoria de toda una generación. Lo hace apenas treinta y cinco días después de la trágica muerte de su hijo Manuel Mart , músico y ex cantante de Estirpe , fulminado a sus 44 años por un cáncer. «Lo recordaré como lo que ha sido siempre: el mejor músico que ha existido», asegura el ya legendario embajador del rock andaluz.

Y usted iba para futbolista.

Era lo que más me gustaba. La música y el fútbol iban de la mano. A los 12 años hice mi primer grupo con los amigos, pero el fútbol me tiraba mucho.

¿Solo 12 años?

Me gustaba la música. Nos juntábamos en los pabellones de la Renfe y nos metíamos en los guateques. Ahí surgió la idea. Hicimos un primer grupo que duró lo justo. Pero ya nos apretó el gusanillo de la música.

¿Y qué se ha perdido el fútbol?

Creo que todo lo contrario. Ha ganado. Jugaba más o menos bien y de lateral izquierdo pero no sé si para estar en Primera. Con esa edad estás por descubrir todavía. Estábamos a punto de pasar ya al Atlético Cordobés cuando elegí tirar por la música.

¿Qué le debe el rock andaluz al párroco de Valdeolleros?

Que nos dejara un tiempo ensayar allí y disfrutar los domingos cuando quedábamos para tocar nuestros conciertos en los bailes. Era una época bonita y divertida. Ahí fuimos aprendiendo.

Aquel grupo de jovenzuelos, por cierto, se llamaba 'Los siervos de Dios'. Adaptarse o morir.

Sí. Sabíamos dónde estábamos. Se nos ocurrió ese nombre y se lo pusimos. Fue bonito mientras duró. Ahí dimos nuestros primeros pasos. Elegimos un repertorio bailable y la gente se divertía mucho.

Y después el cura no quiso casarlo por la Iglesia. Su novia estaba en pecado.

No quiso, no. También es que necesitábamos un cursillo y nosotros no asistimos. Pero todo pasa y años después nos divorciamos. Ahora estoy casado felizmente con dos niñas y una nueva mujer, a la que quiero mucho.

Lleva usted más de 50 años encima del escenario. ¿Milagro o terquedad?

Yo creo que lo segundo. Aunque también un poco milagro. Hemos estado mucho tiempo en la carretera y nunca nos ha pasado nada grave. Subsistir tanto tiempo y sin dejar de tocar ningún año es una cosa increíble. Ha habido mucho sacrificio pero es lo que nos gusta. Disfrutamos cada segundo que estamos en el escenario.

¿Cuántos conciertos tiene encima ya?

¡Buf! No lo sé. Cuando hicimos el disco «Origen y leyenda» iban dos mil y algo. Casi tres mil llevaremos ya.

¿Y no se cansa?-

La verdad es que no. Disfruto mucho en el escenario. Esa es la fuerza que nos hace seguir adelante. Saber que contamos con un montón de gente que nos sigue y que nuestros discos tienen muchos seguidores que los compra. La rueda sigue andando.

Tiene ya 70 años. ¿Ha hecho un pacto con el diablo?

Eso me dice la gente. Nunca me aliaría con ese personaje. Serán los genes de mi familia.

Y ahora 'Llegó el día'. ¿Qué día?

El día de hacer un homenaje a nuestros compañeros y amigos de Triana. Y llego el día de intentar poner un poco más alta la bandera del rock andaluz. Ya lo llevábamos mucho tiempo en mente pero hasta la pandemia no se nos ocurrió hacerlo. Tocamos versiones desde nuestra casa para que la gente se sintiera más feliz. Hicimos 'Llegó el día' [uno de los últimos temas de Triana] y salió el gusanillo de hacer el disco. En febrero empezaremos a presentarlo en directo. Ya tenemos cuatro fechas y esperemos que sean cuarenta este año.

¿Qué ha significado Triana para usted?

Fue el grupo que abrió las puertas para todos los músicos que estábamos investigando lo que era el rock progresivo. Smash fueron los primeros que investigaron pero Triana abrió las puertas de un gran movimiento que fue el rock andaluz, como Imán, Alameda, Cai y Medina Azahara.

¿Recuerda la primera vez que lo escuchó?

Perfectamente. Fue con 'El patio' [primer LP de Triana], cuando aún no se creía en el disco. Fui a casa de un amigo y me dijo: «Mira lo que tenemos aquí». Me quedé alucinado. Lo escuché mil veces. Tenía entonces un grupo que se llamaba Retorno y empezamos a tocar 'El lago', 'Diálogo' y algunas canciones más de Triana en las verbenas y las ferias. Empezamos a componer nuestros propios temas y por las noches, cuando la gente mayor se iba, los chavalotes se quedaban a escuchar las primeras canciones nuestras y de Triana.

¿Este tributo a Triana es un acto de humildad y reconocimiento?

La gente puede tomárselo de muchas formas. Habrá quienes piensen que nos aprovechamos de canciones que no son nuestras. Nosotros lo hemos hecho con toda la dignidad, la admiración y el respeto a su música. Siempre hay gente que le buscará los tres pies al gato. Cuando se hacen las cosas con alegría y dignidad, sin romper lo que han hecho otros, es algo bonito y de admirar. Solo pretendemos que el nombre de Triana siga sonando y que podamos llevar la antorcha del rock andaluz para que no se apague.

Su voz suena mejor que nunca.

Los temas me vienen muy bien en los tonos. Siempre he admirado a Jesús [De la Rosa, líder de Triana] y es abrir la boca y salen las canciones solas. El disco ha quedado muy bien. El productor ha sido el Selu, de El Barrio, que le ha dado un toque muy especial. El sonido es buenísimo, grabado en los estudios de Luis Villa, en Sevilla.

El rock andaluz tocó el cielo a finales de los setenta y luego se desvaneció. ¿Sabe por qué?

Pasaron muchas cosas ese tiempo. Cuando estaba en lo más alto, fichamos por CBS e hicimos tres discos. Nos montaron una gira que fue un semi fracaso porque había fechas cambiadas y fue la leche. Eso unido a que surgía muy fuerte la Movida madrileña, que apoyaba todo el mundo. Murió Jesús y se dejó de lado el rock andaluz. Medina se quedó intentando sobrevivir con mucho esfuerzo, porque las compañías ya no creían en esto. Esa es la historia de Medina Azahara. Muchos discos vendidos, muchos de Oro y muchos de Platino.

Sois los únicos que habéis llevado la antorcha del rock andaluz.

Nunca hemos intentado disimular que somos de Andalucía y, aunque hemos hecho música muy fuerte, siempre han estado las melodías caracterizadas en el sonido del rock andaluz.

En 2009 dijo usted en una entrevista a ABC: «Aún tengo alma hippie».

La sigo teniendo. El día que desaparezca me iré de la música. Para ser músico, tienes que ser alma errante. Creer en lo que haces y tocar canciones por la paz, por el amor y porque no haya maltrato a la mujer. Que los textos tengan que ver con la libertad.

¿Le puedo preguntar por su hijo?

Sí, claro.

¿Cómo le gustaría recordarlo?

Como lo que ha sido siempre: el mejor músico que ha existido. Con un oído perfecto. No se le iba una nota cuando cantaba. Su estilo era un poco difícil pero tiene canciones grabadas, como 'O sole mio', donde sube muy alto. O canciones de la ópera rock de Jesucristo Superestar. Quiero recordar que ha vivido hasta el último momento pendiente de su música y ha hecho siempre lo que ha querido. Es verdad que ha estado mucho tiempo mal por su enfermedad, pero la vida te da estos palos y tienes que seguir adelante. A él le gustaría que yo siguiera haciendo lo que hago. Si es verdad que hay un cielo y las almas están ahí estará orgulloso de nuestro trabajo.

¿Cómo habéis vivido esta tragedia tan larga y tan dura?

Realmente mal. Han sido bastantes años que lo hemos llevado como hemos podido. Él ha sido fuerte y era quien nos daba ánimos a los demás. Sabía lo que le quedaba de vida y se dedicó a hacer un trabajo impresionante para dejarlo todo preparado y que salieran los singles como tenían que salir. Creo que se va a presentar en Madrid y Córdoba el disco en vivo.

En 2013 entrevisté a Manuel Mart en esta misma sección y declaró lo siguiente: «Me siento un privilegiado por haber nacido de un músico que me ha hecho vivir una experiencia muy grande».

Es lo más bonito que puedo escuchar.

¿La música lo cura todo?

No creo. Simplemente lo calma.

Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación