Verso suelto

Los futuros culpables

A los Reyes Magos habrá que pedirles discernimiento, memoria y rabia cuando las cifras se disparen y los Gobiernos busquen responsables

Melchor, Gaspar y Baltasar, en su presentación en el Ayuntamiento de Córdoba ABC
Luis Miranda

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Estos Reyes Magos que ahora son un símbolo de resistencia y de adaptación serán la semana que viene el anuncio de la irresponsabilidad y del desastre. Más que oro, incienso y mirra, antes de que termine enero muchos pensarán que llevaban en los cofres la muerte, la guerra y el hambre de los jinetes del Apocalipsis . A Melchor , Gaspar y Baltasar no habrá que pedirles este año caprichos electrónicos ni tampoco salud. Cuando sobrevuelen Córdoba y disfruten de la vista de sus barrios dibujados como en un mapa, de sus calles estrechas como nervios de un cuerpo y de sus plazas abiertas para respirar, habría que pedir a los Reyes Magos que dejen un poco de discernimiento para que sus habitantes recuerden las fiestas de Navidad y sepan encontrar responsables si es que al cabo de unas semanas, como parece, hay que culpar a alguien.

Tendrán que dejar caer el soplo de la inteligencia sobre aquellos que esos días han hecho cuadrantes para que en la casa familiar nunca hubiese más gente de la que habían dicho en los papeles oficiales , y también sobre los abuelos que miren desde las azoteas, bien abrigados, y se hayan guardado las ganas de abrazar a sus nietos.

Cuando pasen unos días habrá gente que no enfermerá del coronavirus, pero sí que arrastrará una estupenda bronquitis de haber aguantado a pie quieto las colas a la puerta de las tiendas, porque había normas que decían que la simple posibilidad de contraer el Covid-19 en locales llenos era más terrible que la certeza de un enfriamiento en días con el mercurio demasiado cerca del cero.

Si los números se disparan, los Reyes Magos tendrían que regalar memoria a quienes se ciñeron a las instrucciones aunque tuvieran la intuición de que eran exageradas . Así podrán sacar el dedo corazón a quienes digan en la tele y en la radio que todo es culpa de los ciudadanos irresponsables y que al pueblo hay que protegerlo. Y que dejen caer también un poco de rabia cuando el discernimiento y la memoria se sumen para descubrir que los Gobiernos que sólo se dieron prisa con la vacuna un día y para hacer propaganda recetan toques de queda y cierres de negocios .

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