ContraMiradas

Lourdes Mohedano: «¿Un Goya? No sé, pero tengo buenas sensaciones»

Se propuso ser gimnasta rítmica y se trajo una medalla de plata de Río. Ahora quiere ser actriz. Así que prepárense para lo que está por llegar

Lourdes Mohedano, en un parque de Madrid Isabel Permuy
Aristóteles Moreno

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Nuestra gimnasta cordobesa más laureada quiere ser actriz. Colgó las zapatillas después de las Olimpiadas de Río de Janeiro en 2016 y desde entonces ha puesto la brújula de su vida en dirección al mundo de la interpretación .

Se ha formado en la escuela de Juan Codina durante tres años y acaba de rodar su primer corto bajo la dirección de Alberto Pons. De hecho, esta conversación vía telefónica tiene lugar desde el Festival de Cine de San Sebastián .

Desde su retirada, Lourdes Mohedano no ha parado de curtirse en el ámbito de las artes audiovisuales. Pero no únicamente. También se ha preparado como experta de actividades deportivas y entrenadora , en cuyo ámbito ha edificado una excepcional trayectoria profesional.

Le ha puesto usted una velita al deporte y otra al cine.

Eso es. Dos velitas.

¿Y qué velita quiere que se mantenga con luz?

Siempre está bien intentar tirar con las dos velitas. El deporte ha sido mi vida y sigo vinculada con él a través de las 'máster class' y las conferencias.

¿Y cuándo vio la luz de la interpretación?

Sinceramente, creo que tiene algo de parecido con la gimnasia rítmica por la música , los gestos y el movimiento. Y eso es lo que más me gustaba. En gimnasia también tenías que contar una historia y hacer que el público se metiera dentro.

Lourdes Mohedano vive en Madrid desde el año 2008 . El deporte de alta competición exigía entrega y plena dedicación. Con 13 años abandonó la casa familiar de Córdoba para someterse a una disciplina prusiana que ha marcado su vida. Se endureció.

«Podemos ser lo que queramos. Siempre estamos a tiempo»

La carrera de actriz necesitaba, en cambio, remar en dirección contraria. «Tenía que romper el caparazón y aprender a mostrar mis sentimientos», explica Lourdes Mohedano al otro lado de la línea. En eso ha consistido básicamente su iniciación en el mundo de la interpretación.

Y ha roto su caparazón.

Antes me costaba mucho llorar . Y ahora me sorprendo llorando viendo películas con las que antes no me pasaba.

¿Y qué Lourdes Mohedano ha descubierto?

Que soy una persona fuerte pero que también soy sensible en algunos momentos.

Se gusta más ahora.

No es cuestión de gustar. Pero quizás ahora soy más sincera con esos sentimientos que tengo. Hay días en que no está todo bien y hay que saber vivir con eso. Aprender a gestionarlo.

He leído en su perfil de Instagram lo siguiente: «Actriz, gimnasta olímpica y más». ¿Qué más?

Una persona no es solo una cosa. No solo soy gimnasta olímpica. Soy actriz, entrenadora, ponente. Cada persona es muchas cosas a la vez. No me gustan las etiquetas que te limitan. En realidad, podemos ser lo que queramos. Siempre estamos a tiempo. Y da igual la edad.

Coloca la palabra actriz por delante de gimnasta. Se siente ahora más actriz que deportista.

Es verdad que la etapa de gimnasta ya terminó. La cerré. Ya no compito. Soy medallista olímpica , pero no ejerzo de gimnasta. En cambio, sí estoy formando a gimnastas nuevas. Y también estoy haciendo casting para actuar como actriz.

¿Cuál ha sido su último casting?

Hace algunas semanillas. Pero esas cosas no se pueden decir.

Acaba de rodar su primer corto, titulado 'Osito' y dirigido por Alberto Pons. ¿Qué nota se pone?

Yo soy malísima para eso. Nunca sé poner un número. Ni siquiera cuando voy al médico y me pide que ponga un número del uno al diez por el dolor que siento. Soy bastante exigente conmigo misma. Es el primer corto que hago y se puede mejorar. Hay que buscarse siempre fallitos para pulir detalles. Hicimos un buen trabajo y creo que el resultado puede ser muy bueno. Va a sorprender mi papel porque jamás me habéis visto de esa manera. Estáis acostumbrados a ver a Lourdes Mohedano con moño y maquillada para la gimnasia. Esto es otro registro.

¿Y se ha sorprendido usted consigo misma?

Sí. Me sorprendo cada día. Hay que derribar ciertos obstáculos y hay veces en que me he sorprendido de lo que he conseguido y las ganas que tengo de seguir aprendiendo.

Ha vivido usted diez años en la élite deportiva. ¿Qué pasa cuando se apagan los focos?

Es muy complicado. La etapa de la gimnasia rítmica la cerré con una trayectoria bastante buena. Y ahora hay que abrir otra cosa. ¿Fácil? No, para nada. La etapa de transición es dura. Estás perdida y no sabes qué hacer. No tenemos ayuda. A veces, sientes que se olvidan de ti. Has dado todo por este país y se olvidan de ti.

¿Tiene mono de los aplausos?

El otro día estuve en la Gala de la Asociación Española de Prensa Deportiva en Teruel y reviví ese momento. Recibí un premio y sentí esos aplausos. Siempre gusta que te reconozcan el trabajo. Siempre es mejor que te aplaudan a que te abucheen.

«Va a sorprender mi papel porque jamás me habéis visto así»

Su expediente deportivo es sencillamente abrumador. En su vitrina descansan trofeos y medallas para aburrir. Lo ha ganado casi todo. En competiciones nacionales, europeas y mundiales . Tocó el cielo olímpico en Río de Janeiro con el equipo español de gimnasia ritmica. Cuatro años antes, ya se trajo de Londres un cuarto puesto histórico.

Pero en 2016 pulverizó todas las previsiones y se alzó con la medalla de plata olímpica. Fue su última competición, antes de decir adiós a la especialidad deportiva que ha vertebrado su vida. Es la única cordobesa que ha logrado una medalla olímpica. Que ya tiene mérito.

Ahora ha dado un vuelco copernicano a su biografía. Aunque sigue vinculada al deporte como conferenciante y entrenadora, su nuevo reto es el cine . Quiere ser actriz. O mejor dicho: ya es actriz. Para ese objetivo se ha preparado durante los tres últimos años.

Ahora solo falta encontrar una oportunidad que le permita demostrar su valía interpretativa. En gimnasia ritmica ya ha evidenciado que en voluntad y capacidad de sacrificio no tiene rival. Si en el mundo audiovisual se emplea con la misma determinación, Lourdes Mohedano tiene en la mano abrirse camino en un universo igualmente competitivo.

«La medalla de plata me la he currado y se queda conmigo hasta la tumba»

«Me he sentido muy bien», asegura en relación a sus primeras incursiones en la interpretación. Además de las clases que ha recibido en la escuela madrileña de Juan Codina, también ha hecho algún curso intensivo con Fernando Piernas, otro reputado profesor de interpretación con centros en México, Colombia, Argentina y España.

¿Qué aprendió en el tapiz?

Muchos valores que te pueden aportar después en la vida. El esfuerzo, trabajar en equipo , luchar por lo que quieres. Cuando competía en gimnasia ritmica iba a muerte a por los objetivos que me marcaba. Aprendes a buscar lo que te apasiona.

¿Y si no consigue ser actriz olímpica?

No pasaría nada. Intentaría buscar otra cosa y luchar por ello. Nos puede pasar a cualquiera. Te preparas y no puedes alcanzar tus objetivos . No por mucho trabajar tienes una recompensa. Y hay que estar preparado también para eso.

Una compañera suya reveló, en cambio, que vuestro eslogan era «trabajo + trabajo = recompensa».

Hay que trabajar mucho para conseguir tus objetivos pero no siempre hay recompensa. Y la suerte , por ejemplo, es un factor también a tener en cuenta.

¿Se ve en los Goya?

Ya he ido dos veces. Pero para recibir un premio aún me queda. Tengo buenas sensaciones. No sé si recibiré el Goya alguna vez pero creo que algo bueno está por llegar.

¿Por qué papel daría su medalla de plata de Río?

Por ninguno. Hay cosas que no se cambian. Y la medalla n o la cambiaría por nada . Me la he currado y se queda conmigo hasta la tumba. Lo que consiga en interpretación bienvenido sea.

No vende su medalla al diablo.

Nunca. No hay dinero en el mundo para pagarla. No es solo un éxito : es todo un camino.

Inma Cuesta es una de sus actrices de referencia. ¿Qué virtudes admira en ella?

La naturalidad que tiene. Eso me gusta también de las personas. A Inma Cuesta no la conozco personalmente, pero la veo con buena cabeza y muy cercana.

Usted ha dicho: «Ante todo, elige lo que te dé paz, calma y felicidad». Parece usted un poco budista.

Necesitamos calma en esta vida. Bastantes obstáculos nos está poniendo en los últimos años. Lo importante es que te tienes que sentir bien contigo misma.

¿Y a usted qué le da calma?

Valoro mucho estar tranquila. En la playa, en la naturaleza , en el campo. Eso me gusta mucho. Y hacer lo que te gusta. Porque eso siempre te proporciona calma.

¿Somos dueños de nuestro destino?

Sí y no. Puedes crear el camino pero el final no siempre depende de ti. Nunca se sabe cómo vamos a acabar. Eso es muy complicado de saber.

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