José Gil, agricultor melonero: «Si la sequía sigue y hay restricciones de riego, peligrará la próxima siembra»

José Gil lleva dos décadas trabajando en el cultivo del melón, tal y como en su día lo hicieron sus padres y sus abuelos. Destaca que es un producto con muchas posiblidades en la provincia, aunque revela su preocupación por la escasez de lluvias que puede mermar la producción y limitar las posibilidades de riego.

«Vengo de una familia con tradición melonera. Mis abuelos y mis padres ya lo hacían en su tiempo y yo y mi hermano hemos continuado», cuenta en una entrevista con ABC, en la que explica que en su finca, que está situada entre los municipios de Santaella y Montalbán, «contamos con unas seis hectáreas arrendadas. En ese terreno, además de melones, también cultivamos sandías».

La producción varía mucho según el año, «porque depende de muchos factores aunque la tierra sea la misma. Un año normal podemos recolectar unos 10.000 kilos». Este año la recogida se ha adelantado a las primeras semanas de julio por culpa de las altas temperaturas que se registraron en mayo y en junio. «El calor ha hecho mucho daño. No obstante, creemos que nuestra producción se mantendrá en los 10.000 kilos».

Gil explica que al ser un cultivo de regadío, el melón necesita mucha agua con el fin de que la mata no se afloje y esté siempre fuerte. «Estamos preocupados porque si sigue sin llover en los próximos meses seguramente habrá restricciones para el riego porque los pantanos tienen ya muy poca agua. Si eso se produce, se puede dar el caso de que no se siembre para el año que viene. Estamos muy preocupados».

Se trata de un cultivo que ha ido ganando espacio con el paso del tiempo. «En la zona de Santaella y Montalbán, por ejemplo, se ha pasado en los últimos cinco años de unas 50 hectáreas a entre 80 y 90. Esto nos hace pensar que este producto tiene mucho futuro aquí en Córdoba. Tenemos constancia de que en la zona de Puente Genil también hay explotaciones que cultivan melones», afirma.