Un informe fijará las zonas de Córdoba en las que se puede ampliar el regadío

La Mesa del Regadío de Córdoba, tras su constitución en mayo, volvió a reunirse este martes para reivindicar la ampliación de la zona regable de la provincia. Uno de los principales acuerdos que se adoptaron en ese foro, en el que participan la Junta, las organizaciones agrarias y las cooperativas, fue la elaboración de un documento que posteriormente será presentado a la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir (CHG), a la Consejería y al Ministerio de Agricultura y a los partidos políticos con más representación en el Parlamento de Andalucía y en el Congreso de los Diputados.

Así lo aseguró ayer a ABC el presidente provincial de Asaja, Ignacio Fernández de Mesa, quien informó de que ese estudio, que podría estar finalizado después del verano, deberá contener aquellas zonas en las que se pueda trabajar para ampliar las plantaciones de regadío en Córdoba.

Este dirigente agrario explicó que aún es pronto para concretar las necesidades de la provincia en forma de superficie para estos cultivos con fuertes requerimientos de agua. «Sí somos conscientes de que ésta es una demanda a futuro, teniendo en cuenta que los embalses están actualmente al 40 por ciento de su capacidad», recalcó Fernández de Mesa.

Los participantes de la mesa volvieron a remarcar el «agravio» que sufre esta provincia en este asunto puesto que sus 121.000 hectáreas de riego es la cantidad más baja en Andalucía al suponer sólo el 16 por ciento del total regional, al mismo tiempo que envasa en sus pantanos la mitad del agua existente en la comunidad. En opinión del delegado territorial de Agricultura, Pesca y Desarrollo Rural, Francisco Zurera, «hay datos y cifras que demuestran que necesitamos más agua y que es posible regar más superficie de nuestros campos en la provincia».

La secretaria general de COAG Córdoba, Carmen Quintero, resaltó que los agricultores «estamos demandando agua y tenemos que poner los medios necesarios para lograr ese objetivo». Desde su punto de vista, se precisa «una mejor distribución, un mejor aprovechamiento y una mejor gestión de las aguas en general para evitar el derroche que se están produciendo con los recursos hídricos procedentes de las lluvias». Por su parte, el responsable provincial de UPA, Miguel Cobos, defendió una nueva gestión del uso del líquido elemento y que pidió que se analice la situación de cada una de las comunidades de regantes para «comprobar las zonas donde el agua es un elemento vertebrador y de cohesión, además de estudiar su posible ampliación».