SALUD

El Hospital Reina Sofía de Córdoba diagnostica siete casos de espina bífida cada año

La dolencia congénita, que es la segunda causa de discapacidad entre niños, celebra hoy su Día Mundial

Un niño en silla de ruedas mira a un patio Francisco Javier De Las Heras

Rafael A. Aguilar

«Tiene usted un embarazo de alto riesgo». Martina recuerda bien las palabras de la médico en una consulta del sótano del Hospital Reina Sofía. Aquella frase fue el anticipo de un calvario que convirtió en una pesadilla el último tramo de la gestación de Marta, su segunda hija. «Tenemos que hacer más pruebas para afinar más el diagnóstico, pero ya le adelanto que el tema puede ser grave. Hay que estudiar la posibilidad de operar a la criatura antes de que nazca. Paciencia y ánimo», añadió la doctora tal y como esta mujer de 38 años relata ahora.

«A los pocos días nos dijeron ya de una manera definitiva que la niña venía con espina bífida. El equipo médico barajó la posibilidad de intervenirme antes del parto pero al final lo descartaron porque pensaron que los riesgos eran muy altos y que, por el tipo de esa enfermedad que tenía mi niña, no se iba a poder mejorar mucho su estado», suscribe Martina.

Con una noticia como la que sacudió su vida cuando esperaba a su segunda descendiente se la ven entre seis y siete familias cordobesas cada año, según los datos facilitados a este periódico por la neurocirujana del Hospital Universitario Reina Sofía Juana María Vidal de Córdoba.

Cierre incompleto del tubo neural

Pero, ¿qué es la enfermedad de la espina bífida? La doctora Vidal explica que «se trata de un defecto congénito que se produce durante el desarrollo embrionario y que da lugar a un cierre incompleto del tubo neural, que provoca defectos en la médula espinal y en la columna vertebral». La incidencia de este mal, del que hoy se celebra el día mundial, es de 0,5 a 0,8 por mil nacidos vivos con un predominio en el sexo femenino. Se trata de la segunda causa de discapacidad entre niños.

«La gravedad de la espina bífida va a depender del tipo de defecto, del tamaño, de la ubicación y de las complicaciones asociadas que existan. Está la espina bífida oculta y la abierta: en el primer tipo hay piel cubriendo el defecto, por lo que en muchas ocasiones pasa desapercibido, y en algunas variedades hay unos estigmas cutáneos que nos hacen sospechar que puede haber problemas».

«Hay factores de riesgo como la obesidad y los antecedentes familiares», afirma la doctora Vidal

¿Y por qué un embrión desarrolla esta patología? La neuróloga del Reina Sofía indica que « se desconocen las causas que provocan esta enfermedad, pero hay una serie de factores de riesgo, como son el déficit de ácido fólico, los antecedentes familiares, algunos medicamentos, la diabetes, la obesidad y el aumento de la temperatura corporal durante el embarazo».

El complejo sanitario cordobés cuenta entre treinta y cuarenta pacientes en consulta cada año. El tratamiento depende del tipo de la enfermedad: «Es importante destacar que debe ser de forma quirúrgica y precoz en espina bífida abierta», puntualiza la doctora Juana María Vidal.

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