Contramiradas
Gómez-Villamandos, rector de la UCO: «Una carrera debe costar igual en Córdoba que en Madrid»
Más dinero, más autonomía, más igualdad y menos trabas legales. He aquí los retos de la nueva cabeza visible de los rectores de la universidad española
Rector de la Universidad de Córdoba desde hace cinco años, José Carlos Gómez Villamandos preside desde mayo la CRUE, un gigante que agrupa a 76 universidades de España, 1,5 millones de estudiantes, 120.000 profesores y 60.000 empleados de administración y servicios. Sus cincuenta universidades públicas mueven un presupuesto global de 9.000 millones de euros, 1.000 millones menos que antes de la crisis. La financiación es, por tanto, la piedra angular del gran desafío del «templo del saber» en este arranque del siglo XXI. Pero no el único. Nos recibe en su despacho a las 9.30 de la mañana. Una amplia y ordenada sala provista de una mesa de reuniones redonda, un escritorio y un sofá para las visitas.
-Cuando tomó posesión hace cinco meses de la Conferencia de Rectores de la Universidad Española (CRUE) dijo usted: «Lo primero es saber a dónde queremos ir». ¿Ya lo sabe?
-Estamos trabajando en ello. Porque no es dónde el presidente de la CRUE quiera ir sino el conjunto del sistema universitario . Estamos organizando distintos documentos donde se marquen los objetivos del sistema universitario para los próximos diez o quince años.
-Tendrá usted una idea.
-Es evidente que el sistema universitario mejora año tras año, pero podría mejorar más si tuviera una autonomía adecuada, que no tiene, y una financiación adecuada, que no tiene. Ello unido a una rendición de cuentas coherente.
-¿Todos los problemas de la universidad se reducen a uno: más dinero?
-No. En absoluto. En algún momento hemos tenido más dinero y no lo hemos podido gastar. Tenemos un marco legislativo inadecuado para el sistema universitario. Hablo de la Ley de Contratos del Sector Público, de la Ley del IVA y de multitud de leyes que han ido entorpeciendo al sistema universitario. Y no es solo dinero: también ideas . Y las ideas sobran en la universidad.
-¿Cuál es la financiación razonable?
-Aquella que te permita abrir y pagar las nóminas sin estar preocupado mes a mes. Y que te diera la suficiente financiación para poder tener políticas universitarias, captar talento , incentivar la investigación y mejorar la docencia. Esas cantidades son ridículas ahora en la universidad. En la de Córdoba, por ejemplo, de un presupuesto de 150 millones, no llega a 6 para invertir en política universitaria y cerca de 3 los destinamos a becas. A los dos últimos Gobiernos le hemos preguntado por qué se desvía financiación universitaria a otro sitio. No tenemos una respuesta lógica.
-Dice que no tienen «autonomía real». ¿De qué está cautiva la universidad?
-Primero, de un marco legislativo complicado. Las figuras contractuales nos dificultan la captación de determinado talento. Y se ha pedido que la financiación sea finalista. Que cuando salga el dinero de Madrid se diga «esto va para la universidad», porque nos daría independencia. Las condiciones de financiación son diferentes en cada autonomía y eso no es bueno para un sistema que debe ser homogéneo y en igualdad.
-¿Y eso tiene solución?
-Con un Gobierno que se decidiera por la financiación finalista, cosa que veo complicado porque las comunidades autónomas no van a querer.
-O sea, la igualdad está limitada por el propio sistema autonómico.
-El sistema autonómico condiciona y depende de la capacidad de influencia y de negociación de las distintas universidades. Debería haber mayor coordinación y homogeneidad.
-¿Qué universidad vislumbra para el futuro?
-Una universidad investigadora con más influencia en el desarrollo económico y social, donde se ponga en valor el emprendimiento.
-Hasta ayer la universidad era el «templo del conocimiento». ¿Hoy es el «templo de la empleabilidad»?
-Una cosa no tiene que estar reñida con la otra. La universidad no solo forma a profesionales sino que también tiene que ser un lugar que genere conocimiento. Si no, sería otra cosa. La empleabilidad no puede ser el único objetivo.
-¿Universidad y mercado laboral deben ir de la mano?
-Desgraciadamente no van de la mano. Algunos hablan de sobrecualificación de la juventud. Mucho me temo que sea subempleo. Nuestros médicos se forman en España y se van a trabajar a Europa . Es un problema de nuestro mercado laboral. Los indicadores universitarios son mucho mejores que los económicos. Alguien tendría que ponerse las pilas y no precisamente la universidad.
-Ninguna universidad española entre las 150 del mundo.
-Ningún hospital español entre los 150 del mundo y estamos súper orgullosos de nuestra sanidad. Solo 7 de las mil empresas más innovadoras del mundo son españolas. Una universidad es reflejo del país. Solo somos superados por el Reino Unido en calidad universitaria. Entre las cien primeras y las cien segundas la financiación por habitante es el doble. La financiación de una universidad española es la quinta parte de lo que recibe cualquiera europea.
-¿Estudiar una carrera es caro?
-Depende con quién se compare. Si miras los indicadores , no es especialmente caro. Si lo comparas por comunidades, sí tenemos grandes diferencias. Volvemos a la no igualdad de oportunidades. En Andalucía tenemos tasas muy bajas y en Cataluña o Madrid son tres o cuatro veces superiores. Eso no tiene sentido. La subida de las tasas en la crisis ha servido para que las comunidades disminuyan la financiación pública, con lo cual las universidades han seguido recibiendo lo mismo o menos, pagándolo las familias , a cambio de que se destinara ese dinero a otra cosa.
-¿Unificaría las tasas en toda España?
-Daría unos márgenes mínimos , como los que hemos tenido hasta hace poco. Que estudiar una carrera en Córdoba cueste lo mismo que en Madrid.
-El precio de una matrícula ha subido doce veces más que los salarios desde el inicio de la crisis.
-En algunas comunidades autónomas. La gratuidad puede ser un objetivo a largo plazo siempre que se garantice la financiación . Si no, nos podríamos encontrar que la gratuidad esté beneficiando a determinadas clases sociales y perjudicando a las más necesitadas. Porque si las universidades pierden financiación van a tener que recortar servicios y quien lo sentirá será la clase media y baja.
-En los últimos años se han abierto 20 universidades privadas y 0 públicas. ¿De qué es señal?
-De que la universidad es un buen negocio. Estamos en un sistema competitivo y estamos acostumbrados. Lo que nos preocupa es que haya universidades que no realizan actividad investigadora y que no entran dentro de los cánones de calidad aceptados a nivel internacional. Eso desvirtúa un sistema universitario como el español.
-En EE.UU. 44 millones de personas tienen deuda estudiantil y 3 millones llegan a la jubilación pagando créditos. ¿Vamos hacia ese modelo?
-No debemos ir al sistema de lo s préstamos de estudios . Pero o se invierte más en educación o estaremos abocados a él. Somos el país que menos invierte en educación pública en la OCDE.
-Las llamas de Cataluña, ¿de qué nos alertan?
-Lo que está pasando en Cataluña , en Chile o en Francia pone de manifiesto el grado de crispación que hay. El sistema occidental está en riesgo de colapso. Una ciudad inteligente no es aquella que usa muchas tablets. Es la que concentra el conocimiento para hacerla sostenible, inclusiva y respetuosa.
-¿En la Conferencia de Rectores hay fractura territorial?
-No. De hecho, en la ejecutiva del comité permanente hay una rectora catalana y otra del País Vasco . La universidad es una y luego hay muchas delegaciones.
-O sea, el sistema autonómico funciona en la CRUE.
-Sí, pero no buscando la r epresentación autonómica , sino las distintas singularidades de cada uno en su territorio.
-Un insigne rector, Miguel de Unamuno, está nuevamente de actualidad gracias a la película de Amenábar. ¿Hemos aprendido la lección?
-Hoy los rectores tienen voz propia . ¿Cómo vamos a pedir autonomía si no somos capaces de ser independientes?
