Feria taurina de Córdoba

Javier Moreno 'Lagartijo', novillero: «Si me entrego a Córdoba, ella se va a entregar a mí»

Vuelve a los ruedos en Los Califas en una oportunidad para la que llega con otro enfoque y otras claves en su carrera

«Sé que ser novillero en Córdoba supone una carga. El toreo vive un momento diferente al de antes»

Lagartijo prepara su vuelta a los ruedos en Córdoba en la plaza de Los Califas Valerio Merino

Víctor Molino

Javier Moreno 'Lagartijo' es un novillero atípico. Tiene veintinueve años (Córdoba, 11 marzo 1992) y en sus casi tres décadas de vida le ha dado tiempo a dejar los toros y a volver a tener ímpetu y convicción como para regresar a ellos. Ha toreado más de treinta tardes y en un tiempo pasado fue aspirante a todo. Se generó revuelo con su aparición y eso facilitó la autocreación de una identidad que no estaba definida y que rompió sus propias creencias y aspiraciones.

Javier Moreno 'Lagartijo' es un tipo muy íntimo, enamorado del toreo desde pequeño. Es un obseso de lo taurino, porque disfruta de todo lo relacionado con lo que conforma su mundo . En lo personal ha crecido y en lo taurino ha madurado lo suficiente como para alcanzar un nivel que ahora le ha permitido meterse en los carteles de una feria (14 de mayo), la de Córdoba, una plaza de primera categoría , donde se va a lidiar una novillada de envergadura. Consciente de lo que se juega, regresa al cosos de Los Califas, escenario donde entrena casi a diario, con el firme propósito de entregarse de lleno a una causa, la suya, la de querer ser torero.

Discúlpeme la pregunta, pero ¿cuál fue el motivo por el que dejó de querer ser torero?

Preferiría no entrar en detalles. Digamos que hubo un momento donde empecé a tener dudas, problemas interiores y emocionales. Fue un poco de todo, la verdad. De siempre, no he sabido caracterizar bien las emociones, tanto para los bueno como para malo. Afortunadamente, mi mente ha ido adquiriendo una cierta regularidad en eso… Yo tenía oficio como torero, pero necesitaba un espacio. Un día vi sacar a un subalterno del coso tras un suceso, pensé que iba medio muerto y miré a la grada y me dio la sensación de que la gente lo veía normal. En mi interior tenía la sensación de que ese hombre igual se moría por eso y la gente estaba tan normal…

«Digamos que hubo un momento donde empecé a tener dudas, problemas interiores y emocionales»

¿Cuándo pensó en volver a los ruedos?

Nunca he dejado de torear en el campo. Pero un día… Quizá esto no debería de contarlo… Un día toreé una vaca vieja en punta en medio del campo. ¡Tenía dos puntas..! Tenía dos puntas que me hacían pensar en que me la estaba jugando en medio de la nada, allí, sin nadie. Te juegas la vida en un momento. Me regaló tres o cuatro envestidas que me dije que tenía que matar un toro ya. Compré un toro y las sensaciones fueron increíbles. El impulso me volvió. Fue como algo natural. Me vino así, como cuando te enamoras de alguien.

¿El aspirante a torero que volvió es el mismo que el que lo dejó?

No. Parezco otro torero. Siempre he pensado que lo que me ocurrió me tenía que haber sucedido antes. Pero las cosas llegan cuando llegan y hay que aprovecharlas, en referencia la feria. Ahora solo pienso en el momento. No miro más allá. Pero sé que estoy preparado.

¿Cómo se enteró de su participación en la feria de Córdoba?

Siéndole sincero, me enteré la noche de antes. Me llamó mi apoderado, Javier Lozano y me dijo: «Mañana tienes que ir a la presentación de los carteles de Córdoba». Javier me está ayudando mucho. Ahora todo lo veo de otra manera.

¿Supone mucha responsabilidad el retorno después de su retirada?

Sí. A ver, sé que ser novillero en Córdoba supone una carga . El toreo vive un momento diferente al de antes. Entrar en esta novillada, en una plaza de primer nivel, de esta categoría, sabiendo que hay gente que no se han podido meter… No me voy a dejar ganar la batalla. Sé que mi gente va a estar conmigo y que yo voy a estar con ellos. Estoy preparado para todo y en cualquier momento. Estar anunciado en la feria de tu tierra conlleva una felicidad y una responsabilidad.

Últimamente, acude mucho a torear al campo con Finito… Llegó a rumorearse su alternativa y que se la diera él en su treinta aniversario. ¿Qué relación mantiene con él?

Le tengo que agradecer al maestro todo lo que me está ayudando. Pero no solo por eso, es que he tenido la oportunidad de conocer a la persona. Cuando encuentras a alguien mejor que tú en alguna faceta a la que tú aspiras… Ahora lo admiro todavía más. Es uno de mis espejos.

«Sé que ser novillero en Córdoba supone una carga. El toreo vive un momento diferente al de antes»

¿Cuáles son los otros?

El toreo es algo muy personal. Me suelo fijar en todo, pero tengo mi propio estilo. Si le digo que me gustan Finito, El Cordobés, Paco Camino, Paco Ojeda, Julio Robles, Dámaso … Son referentes que uno tiene, a los que uno admira y en los que se fije y ha fijado siempre. Mi toreo va madurando, como le digo. Mi concepto es muy relativo. Considero que estoy en una evolución continua. Marcándote metes día a día. Ahí está el concepto. Tengo mucha afición. Voy a ver tentadores porque me gusta… Me gusta ver movimientos, comportamientos de los animales. Me gusta hasta un nivel enfermizo. Soy un apasionado de esto.

Se fue a Méjico antes de retirarse, y lo hizo solo. ¿En busca de nuevas experiencias?

Me retiré en 2019, después de una novillada en Madrid de Julio García (procedencia Fuente Ymbro). No me sentía con la capacidad de jugarme la vida en plenitud. He vuelto de manera natural; en aquel momento tenía que resolver ciertos problemas. Antes tenía una manera de pensar, ahora no me fijo nada más que en el presente. Sin vistas al futuro. Mi idea, a día de hoy, es torear. Y mañana, lo que me pongan. La mayoría de la gente se preocupa más por el mañana que por el hoy. Hoy creo que tenemos que pensar más en el hoy. Hoy se piensa muy negativo. Antes veía el vaso medio vacío, ahora lo veo medio lleno. Creo más en Dios, en el trabajo, en el esfuerzo y tengo fe en mí. El toreo está muy difícil, pero tendré que entrenar más, sacrificarme más. Ahora me siento un privilegiado porque estoy en la feria de Córdoba. Nuestro aficionado es muy peculiar con sus toreros. Si yo me entrego a Córdoba, ella se va a entregar a mí.

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