Aniversario

El extenso legado de la Fundación Gala de Córdoba

La entidad recibe este otoño a su vigésima promoción, con sus antiguos alummos cosechando éxitos

Los integrantes de la primera promoción, en 2002 VALERIO MERINO

Félix Ruiz Cardador

La Fundación Antonio Gala para Jóvenes Creadores (FAG) tiene ya todo preparado para el arranque de un nuevo curso. Este año además llega con una efeméride, ya que los chicos que habitarán el antiguo Convento del Corpus Christi conforman la vigésima promoción de esta institución que el escritor fundó en 2002.

La FAG alcanza ese punto en un momento vigoroso, con nuevos proyectos en marcha que buscan ampliar su apertura al público general. Lo hace también con la satisfacción de que muchos de sus antiguos residentes —han pasado ya por ella más de 250— son hoy artistas y escritores muy conocidos en todo el país, muchos de los cuales acumulan premios y distinciones de primer nivel y en cuya biografía llevan siempre el nombre de la Fundación y de Córdoba . «La filosofía de Antonio fue crear una comunidad pitagórica y promocionar a los creadores; vistos los resultados, se observa que el objetivo prioritario e irrenunciable de la Fundación se está consiguiendo», explica el empresario cordobés Francisco Moreno, presidente del Patronato de la FAG .

¿Una isla en la vida cultura?

Moreno se muestra convencido sin embargo de que, sin renunciar a ese objetivo central originario, el Convento del Corpus Christi debe de ser un espacio vivo y abierto a la ciudad. Es consciente de que en el pasado se ha criticado que la Fundación fuese una especie de isla en la vida cultural, ajena a lo cotidiano, pero explica que eso ahora es incierto. «Quien diga eso o miente o está desinformado», explica Moreno. Muestra de esta intención de abrirse al exterior son los numerosos proyectos que están poniendo en marcha. Hace unos días se ha anunciado por ejemplo el comienzo de una plataforma de televisión cultural llamada Planeta Gala , la primera de contenido estrictamente cultural que se crea en España , bajo la dirección de Antonio Reina . A ello se unen otras iniciativas de calado como la Semana de Gala, que volverá en noviembre, o el Gala Fest, festival de música de cámara ligado a la Camareta Antonio Gala, que dirige Alejandro Muñoz .

El escritor, con la segunda promoción de creadores VALERIO MERINO

Francisco Moreno avanza también que la sala de exposiciones de la FAG va a tener a partir de ahora gestión propia, bajo coordinación del fotógrafo Braulio Valderas , y contará con programación regular. En el arranque, que tendrá lugar el 7 de octubre, se ofrecerá una selección de los fondos personales del propio Antonio Gala . Por último, la Fundación está también estrechando lazos con otras instituciones similares y de ahí viene el intercambio que en el mes de octubre van a realizar con la Fundación José Saramago , y que contará con actos culturales en Lisboa y en Córdoba . Según Moreno, esta estrategia de aunar esfuerzos es la que está detrás también del acuerdo que existe con la Fundación Loewe , y se está trabajando en la misma línea con la Fundación Vicente Núñez de Aguilar de la Frontera o con la Fundación Huerta de San Antonio de Úbeda . «Estamos muy ilusionados», explica Moreno.

Alumnos laureados

Ese mapa del éxito de la FAG, que queda patente en su dinamismo actual, lo completa el testimonio de los residentes que han pasado por el antiguo Convento en estas dos décadas. Es el caso por el ejemplo del escritor almeriense Juan Manuel Gil , flamante ganador del premio Biblioteca Breve 2021 de la editorial Seix Barral, con su novela ‘Trigo limpio ’. El escritor, que fue miembro de la primera promoción de la Fundación , recuerda con cariño aquella etapa y su paso por Córdoba . «Fue uno de los años más emocionantes de mi vida y cambió el curso de mi vocación, o al menos la reforzó», explica Gil . El novelista y poeta explica que la Fundación le dio «tiempo para trabajar y confianza» y también una segunda familia, pues conserva la amistad con sus excompañeros. «Tengo un recuerdo entusiasta de aquel año y de Córdoba», explica.

Nuevos proyectos, como la apertura al público de sus dependencias, buscan afianzar los vínculos con la ciudad

Más reciente fue la estancia en la Fundación de la escritora Carla Nyman, que estuvo en la Fundación en el curso 2017-2018 . La autora mallorquina, ganadora de premios de poesía como el Gloria Fuertes o el Valparaiso , reconoce que la Fundación Gala supuso un giro en su vida, pues entendió que la creación puede ser un oficio en «el que hay que dignificar las horas de esfuerzo». Nyman reconoce que la FAG le cambió la perspectiva sobre la profesionalización y recuerda con afecto su estancia y algunos amigos que le han quedado de su promoción, como la escritora Khadija El Fahl . De Córdoba se llevó el recuerdo de una ciudad en la que salía por vez primera del confort familiar y en la que disfrutó de la oferta cultural y, según explica entre risas, del sa lmorejo , una de sus pasiones gastronómicas.

La relación de los residentes tras marcharse

En algunos casos la relación de los residentes con la FAG no acabó sin embargo en su año de estancia sino que mantienen su vínculo aún hoy a través de las tutorías, ya que ayudan a orientar a los jóvenes que van llegando. Es el caso por ejemplo del poeta mallorquín Ben Clark , de la tercera promoción y ganador de premios tan importantes como el Loewe .

El autor, que ejerce de tutor en el campo literario, explica que su estancia en la Fundación le ayudó a decidirse en su vocación de escritor. El músico alicantino Rubén Jordán, miembro de la duodécima promoción y que actualmente compone y ejerce la docencia, señala por su parte que la tutoría es algo muy distinto a su labor profesoral cotidiana, pues aquí «no se trata de transmitir conocimiento sino de guiar». Jordán reconoce que la Fundación le cambió, pues fue a raíz de su paso por ella que comenzó a recibir encargos profesionales.

La FAG ha tenido también becados cordobeses, como el artista plástico Rafael Jiménez , de la undécima promoción y actual tutor. De su labor, se muestra convencido de que es un buen apoyo, mientras que explica que de su experiencia ha aprendido que cada promoción es distinta y convive y habita el convento del Corpus Christi «de una manera diferente». «Yo a la Fundación la sigo considerando mi casa, un lugar importantísimo en lo profesional y personal», explica Jiménez. Sus palabras son el resumen de una historia feliz que afronta ya su vigésimo capítulo y que ha superado crisis y dificultades sin cesar nunca en su empeño de estimular la creatividad artística.

El viejo lema del ‘Cantar de los cantares’ que eligió Antonio Gala para su Fundación y que dice «Ponme como un sello en tu corazón », se sigue haciendo realidad en estos jóvenes del siglo XXI que aún mantienen vivo ese viejo sueño humano que es la creación artística.

Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación