CONTRAMIRADAS

Esperanza Guardado, actriz de Córdoba: «Hasta que no ames a quien eres no estarás sana»

Este titular condensa el secreto de una artista que se ha forjado a sí misma y hoy es un volcán de energía creadora

La actriz Esperanza Guardado en su casa de Madrid ISABEL PERMUY
Aristóteles Moreno

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Esperanza Guardado es la demostración empírica de que la pasión es la llave maestra que todo lo abre. Su amor incondicional por la interpretación la sacó del pozo de la depresión y la llevó en volandas a la Escuela de Arte Dramático . 2019 fue su año mágico. Trabajó en «La trinchera infinita» y «La peste» , y tuvo su instante de gloria a las órdenes de Pedro Almodóvar . Hoy vive en Madrid rodeada de plantas y pletórica de energía. Con ustedes, una historia de superación.

¿De qué barrio «quinqui» salió usted?

[Se ríe abiertamente por teléfono] Lo de «quinqui» lo dije de broma y con cariño, pero hubo gente que se molestó. Me crié en el barrio de Levante, frente a Fidiana , y cuando mis padres se separaron me fui a vivir al Sector Sur con mi madre. Vamos a dejarlo en humilde.

Sueña con ser actriz desde que abrió los ojos a la vida. Una depresión la apeó de la ESO. Pero se rehízo, terminó bachiller y se matriculó en Arte Dramático. Desde entonces, ha entrado en otra dimensión. La webserie «Malviviendo» le abrió las puertas de la interpretación. Se mudó a Sevilla y allí parió otra serie «online» por la que recibió un puñado de reconocimientos.

¿«Briget Jon de Triana» es la historia de su vida?

Un poco mi vida, claro; y la de otras muchas. Los personajes eran como un gazpachito de diferentes personas que habían estado en mi vida.

En 2019 rodó con Almodóvar y trabajó para «La trinchera infinita» y «La peste». Ha liquidado su espléndida trayectoria de actriz perdedora

La verdad es que sí.

¿Y ahora qué?

Ahora a seguir para adelante y currar. En realidad, lo que he hecho es lograr mi sueño y demostrarme a mí y a los demás que cuando quieres algo tienes que poner esfuerzo y alegría. Y siempre desde el amor y la pasión. Si te sacrificas por algo sin quererlo de verdad, no sale. Sale cuando lo amas.

Usted ha dicho que la ventaja de las webseries es poder expresarte en «completa libertad». ¿La echa de menos?

No, porque creo que la sigo teniendo. Es verdad que cuando lo dije no había dado el salto y pensaba que iba a ser todo mucho más «coartante». Tengo la suerte o la fuerza personal de dejar mi sello en todo lo que hago.

Ahora está rodando «Dos vidas», una nueva serie para TVE. ¿Se reconoce en esta nueva etapa?

¡Claro! Me reconozco y me amo. Es el sueño de mi vida. Gracias a esto, puedo estar aquí en Madrid viviendo sola en un pisito súper chulo lleno de plantas. Y levantarme todos los días para ponerme delante de una cámara, que es lo que más me gusta en el mundo.

Ya sabemos que su «cuerpo es capitalismo». ¿Y su cerebro?

Mi cerebro es muy capitalista. Es la discusión que tengo entre cuerpo y mente. Yo creo que todo el mundo no somos veraces cien por cien en lo que decimos. A veces, tengo un discurso como súper fuerte y de repente no. Ahí estoy. En la lucha de conocerme a mí misma.

Dice Cordobapedia de usted lo siguiente: «Actriz nacida en Córdoba en 1987». Punto.

Yo añadiría un montón de cosas. Por ejemplo, amante de Córdoba, de Andalucía y del arte.

¿Qué le dice su madre?

Mi madre está más ancha que larga. La pobre lo ha pasado fatal. Y yo. Hay rachas en que lo pasas realmente mal. Esto es un trabajo costoso y a veces las cosas te vienen de espalda y te hundes.

Ha pasado hambre.

Hambre no. Pero económicamente mal, sí. Y no reniego de ello. He tenido que trabajar en un montón de cosas.

¿Por ejemplo?

En el Telepizza, cuidando a personas mayores, de monitora, de animadora en un hotel, de friegaplatos y, lo último, de modelo de Bellas Artes.

En Twitter es usted @Espesitaa. ¿Y en la vida real?

También soy espesita. Para mí, una persona espesita es una persona lenta de mente. Que las ideas le vienen tarde. Yo estaba en esgrima en tercero de carrera y me daban miedo las espadas. Le decía al profe: «Fede, que estoy espesita». Y yo no me daba cuenta de que era «Espe» y «sita». Entonces, mis compañeros me empezaron a llamar «Espesita». Y tardé un montón de tiempo en darme cuenta.

¿Qué es lo que realmente nos quiere contar?

Quiero contarlo todo. Lo primero, que hay muchos tipos de belleza y que la mujer es válida sin tener en cuenta su belleza. Eso es un mensaje que tengo muy claro. Pero también quiero dar un mensaje de esperanza, de que no porque seas lo que te han dicho que debes ser, te vas a sentir realizada en la vida, sino cuando ames quien eres. Y hasta que no ames a quien eres no te vas a cuidar a ti misma, ni vas a estar sana, ni vas a mantener relaciones saludables con tu entorno. Es un mensaje reivindicativo lleno de paz y de esperanza.

Esperanza Guardado en un jardín próximo a su casa de Madrid I.P.

Y usted ¿se ama como es?

Demasiado. A veces me debo bajar.

Usted ha dicho lo siguiente: «No soy una belleza normativa». ¿Qué clase de belleza es?

Una belleza espesita. Soy mi belleza. Cada una tiene la suya. El sistema en que vivimos nos hace pensar a las mujeres que te tienes que sentir a gusto con el cuerpo que te dictan. Cuando te estás hundiendo en un pozo insalubre mental y físico por intentar gustar a los demás. Y te tienes que gustar tú.

Y dijo: «Dejé Córdoba con mucha pena». ¿Entró en Madrid con alegría?

He entrado en Madrid con mucha alegría, pero con mucha pena también cuando me acuerdo de Córdoba. Es que a mí Córdoba me gusta mucho. Me parece una ciudad preciosa. Lo que me da pena es que no pueda desarrollarme como actriz y vivir allí.

Se siente exiliada

Un poco sí. Estoy fuera por obligación. Pero es un exilio voluntario.

Habla en cámara con acento cordobés y sin complejos. ¿Por naturalidad o por compromiso?

Por compromiso. También por naturalidad. En la ficción, no se nos retrata a los andaluces como somos. Parece que solo hay un tipo de andaluz cuando se puede ser de muchas maneras.

¿Y por qué se camufla el acento andaluz en cine y televisión?

Muchas veces por propio complejo nuestro. Pensamos que así vamos a conseguir más trabajo. Pero también digo que en algunos momentos es necesario. Como actriz, debo tener el recurso de poder cambiar mi acento y meterme en la piel de cualquier parte de España.

¿Qué cliché de Andalucía no soporta?

Lo de vagos y graciosos, aunque arte tenemos. Pero, ¿cómo se puede decir a la tierra más trabajadora y explotada que somos vagos? No lo permito ni de broma.

Con Pedro Almodóvar tuvo sus cinco segundos de gloria. ¿Ya se puede morir tranquila?

Morirme, no. Ahora quiero más.

Si lo del Covid es un castigo bíblico, ¿qué hemos hecho mal como planeta?

Consumir de una manera loca, comernos a nuestros compañeros animales y no tener cuidado con la tierra que pisamos.

¿Hacia donde camina el mundo?

A veces, parece que a la destrucción.

¿A qué aspira?

A ser feliz.

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