Coronavirus en Córdoba
El agridulce adiós de Carlos Machado a la selección española de tenis de mesa
El palista de Priego de Córdoba asiste con expectación a la resolución del título de Liga a favor del Cajasur
La crisis del coronavirus ha pasado una factura muy elevada al mundo del deporte y en clave cordobesa un de sus principales afectados es Carlos Machado. El palista prieguense ha visto cómo la pandemia, en las últimas semanas, le ha impedido apurar su última opción de disputar los que serían sus segundos Juegos Olímpicos en Tokio y también celebrar la que habría sido su sexta Liga sobre la mesa. De momento, esa consecución depende del Comité de Competición de la Real Federación Española de tenis de mesa, que tendrá que dictaminar antes del 30 de abril si otorga títulos, ascensos y descensos.
El primero de los disgustos de Carlos Machado vino hace un par de semanas cuando el Comité Olímpico Internacional, de acuerdo con la organización de Tokio 2020, anunciaba que los Juegos se trasladaban al verano de 2021 . Meses atrás, el palista prieguense había anunciado que ésta sería su última temporada con la selección española y prueba de ello es que a primeros del mes de febrero recibió un homenaje por parte de la Federación Española en Granada. Ponía fin a 20 años como internacional, si bien se reservaba la opción de acudir al Preolímpico de Rusia que se tenía que disputar esta misma semana .
Pero esa hoja de ruta se fue diluyendo al tiempo que se expandía el coronavirus hacia Europa. La primera medida fue la suspensión del Mundial por equipos, que se debía disputar en Corea del Sur en marzo que, finalmente, ha sido cancelado por parte de la Federación Internacional. Después, el aplazamiento de los Juegos cerraba de una manera amarga una brillante carrera porque, con buen criterio, Machado reseñaba que « no tendría lógica que, después de decir que me retiraba y que me hicieran un homenaje, volviera a competir después de julio».
De ahí que Machado cerrar un baúl de recuerdos entre los que sobresalían gestas como « la clasificación olímpica en un Interzonal Mundial, la medalla en los Juegos del Mediterráneo, así como el bronce en dobles con He Zhi Wen en el Europeo , que era la primera absoluta en la historia de nuestro deporte».
Aun así, reconoce que «me quedé con la espinita de haber ganado una ronda en unos Juegos», ya que su historial sólo registra un partido con el nigeriano Aruna Quadri, quien le venció en primera ronda. Pero recuerda que « mi palmarés es inigualable en España por los títulos y el tiempo que he estado arriba», así como «me he llevado el respeto de grandes estrellas internacionales en la mesa».
Aunque este adiós a la selección no significa que se marche de la alta competición, puesto que tiene el reto de estar de nuevo luchando por el título de Liga con el Cajasur. A la espera de que dé la Federación oficialidad al de la presente temporada (5 puntos de ventaja sobre el segundo a falta de 12 por jugarse), Machado entiende que « sería justo que nos dieran la Liga porque nuestra ventaja es suficiente, pero no es algo que nosotros podamos decidir».
Además, apunta que «no sé si mi futuro estará ligado con el deporte», aunque reconoce que «cada año aprendo y pregunto mucho sobre cómo lo hacen». Y eso hace que « mi experiencia en el alto nivel puede servir al tenis de mesa español , aunque de momento estoy centrado en el Centro de Tecnificación de Priego».
Cómo todos los deportistas de elite, el emblema del tenis de mesa español no ha podido desarrollar su actividad profesional con normalidad. Incluso, semanas atrás reclamó que «nos dejaran salir a correr, como en otros países ha pasado con los atletas de elite y cumpliendo con las normas». Incluso, aclaraba que «no hablaba de entrenar en mesa ni con más gente». De hecho, reconocía que « no tengo mesa en casa y lo que hago es ejercicios físicos », en los que «he tenido la suerte de contar con la ayuda de mis hijas , que me sirven de pesas y ha resultado divertido».
En los últimos días ha estado activo en redes sociales en «retos de la Federación y también opinando como ciudadano, que es lo bueno de la democracia».
