El Coro Ziryab de Córdoba cumple 25 años de trabajo y amor por la música y lo quiere celebrar a lo grande

LOS años noventa, vistos hoy con distancia, se dibujan como una década dorada para la música clásica cordobesa. Nació entonces la Orquesta de Córdoba bajo la batuta del director y compositor cubano Leo Brouwer y se consolidó el Coro de Ópera de Cajasur al mismo tiempo que el Gran Teatro se afianzaba como un coliseo con programa lírico. Ahí, en ese contexto, debutó hace ahora 25 años el Coro Ziryab , grupo vocal que desde entonces no ha parado de crecer hasta convertirse en una referencia de la cultura cordobesa. Para conmemorar tal efemérides se está trabajando en un atractivo programa de actividades , que comenzarán el sábado de la semana próxima, 13 de octubre, con un concierto en el Gran Teatro, que reabrió ayer sus puertas tras las obras. Tendrá la coral una excelente compañía, la de la Orquesta Sinfónica Provincial de Málaga. Todo ello bajo la dirección del madrileño José Luis Temes , ganador del Premio Nacional de la Música en 2008.

El repertorio de esta primera velada del aniversario se centrará en la música de cine , algo que se debe a que la interpretación de bandas sonoras de películas ha sido fundamental en los éxitos del Coro Ziryab durante la última década. Su origen, sin embargo, se remonta a 1993, cuando nació la formación gracias al impulso de su primer director, el profesor Javier Sáenz-López , que se mantendría en dicho cargo durante más de dos décadas. Gonzalo J. Herrero , actual presidente de la Asociación Coro Ziryab, explica que al principio no tenía el orfeón la dimensión que hoy mantiene, pero matiza que su crecimiento «fue bastante rápido». Los retos llegaron uno tras otro y se superaron con solvencia.

Los primeros pasos los dio la coral, según rememora Herrero, con un repertorio fundamentado en el Renacimiento y en compositores como Mateo Flecha, Francisco Guerrero o Tomás Luis de Victoria . Años intensos, de crecimiento progresivo, que tuvieron su primer gran respaldo fuera de Córdoba cuando el grupo resultó premiado en el prestigioso certamen coral Fira de Tots Sants de Cocentaina, en Alicante. «Aquello fue un antes y un después», explica Herrero. Una especie de paso a la madurez al romper fronteras que daría pie a otro gran reto: el sinfónico, que se produjo gracias a dos recordados conciertos en 1999 y 2000. En el primero interpretaron la «Misa Tango» del argentino Luis Bacalov y el «Concierto Omaggio a Paganini» para guitarra y orquesta de Leo Brouwer. En el segundo, celebrado en la iglesia de Santa Marina, protagonizaron un histórico reestreno de un olvidado «Stabat Mater» dieciochesco del VI Conde de Fernán Nuñez , recuperado por Luis Bedmar.

Tras esos éxitos, el Coro Ziryab se estableció ya como una formación respetada en la música española y en el siglo XXI ha sido muy habitual su presencia en festivales de todo el país . Hitos más recientes son por ejemplo el estreno mundial de «Rondas, refranes y trabalenguas» de Brouwer en el Patio Barroco de la Diputación de Córdoba en 2005 o el «Requiem» de Mozart que intepretaron en 2006 con motivo del 250 aniversario del compositor austriaco y bajo dirección de Manuel Hernández Silva. También su debut en el mundo de la ópera y la zarzuela, donde luego han sido habituales, o su poderosa entrada en la interpretación de bandas sonoras de películas, que se produjo en 2007 y que les ha permitido trabajar de forma habitual con compositores del cine español como Roque Baños («Celda 211») o Fernando Velázquez («El guardián invisible»).

Difícil parece resumir en unas líneas los intensos 25 años de historia de un coro que ha actuado en los mejores escenarios de Andalucía , como el Maestranza o el Falla, y junto a la Filarmonía de Madrid o la Sinfónica de Sevilla. Una formación que ha estado dirigida también por grandes de la música española ya fallecidos como López Cobos o Luis Remartínez . Aún así, lo mejor de este Coro, que acumula ya seis trabajos discográficos y que hoy dirige el asturiano Albano García, quizá no sea su pasado sino el futuro. Esa salud de hierro que, como avanza Gonzalo J. Herrero, se verá reflejada en el concierto del próximo sábado 13 cuando en torno a 70 cantantes formen parte del conjunto para recordar su cuarto siglo de vida. No hay duda de que la suya es una historia de éxitos bien tutelada por ese hombre exquisito, melómano y gastrónomo, que fue el andalusí Abu I-Hasan Ali ibn Nafi ’, el inolvidable Ziryab.