Rocío 2022 | (Vídeo) El simpecado de Córdoba mirando a la Blanca Paloma

Entre la casa de la hermandad de Córdoba en El Rocío y la ermita hay apenas 500 metros. Sin embargo, el recorrido fue largo, a la vez que alegre y feliz. El sábado es el día en el que las hermandades más antiguas presentan su Simpecado a la Virgen del Rocío en un acto de respeto y para poner el punto definitivo a los actos particulares de la filial cordobesa, que ya espera el pontifical de Pentecostés y la procesión de la Blanca Paloma.

La empresa cordobesa Pinsapo trabajó duramente toda la noche en la renovación de las flores de la carreta, para lucir sus mejores galas en la entrada a la ermita. Pasadas las 17.30, el cancel de la casa de hermandad volvió a abrirse . Alrededor se agolpó la multitud, que también presentó un color diferente. Atrás quedaban el desgaste del camino y las largas horas de caminar desde Córdoba.

La hermandad llegó ante la Virgen del Rocío . Algunos peregrinos se habían encontrado con la Virgen antes, por la mañana. No pudieron resistirse y aguantar hasta la presentación. Sin embargo, otros sí que se encontraron a las plantas de Nuestra Señroa del Rocío mucho tiempo después. Se cantó la salve y se rezó . Cada uno pidió por los suyos y por los de aquellos que no pudieron llegar hasta aquí.

El grupo joven, siempre animoso, también dedicó plegarias a la Virgen. La carreta con los arcos polilobulados, que evocan a la Mezquita-Catedral y por lo tanto a la esencia misma de la ciudad, se acercó a la puerta con forma de concha de la ermita.

A la ermita se llegó después de descansar. Algunos peregrinos tienen casa propia o de alquiler, mientras que la gran mayoría pernocta en la casa de hermandad. Si hay algo claro y que se especifica a cada minuto es que todo es compartido. El gran patio de entrada sirve de salón común. Las mesas alargadas sirven para largas tertulias y dar a conocer los casos particulares. La comitiva de Córdoba es mayoría, pero también sirve de punto de encuentro para romeros de otros puntos como Coria o Los Palacios.

Mientras que en la casa de hermandad se respira tranquilidad y risa, en la Aldea hay bullicio y fraternidad entre hermandades. Hay muchos cordobeses. La hermandad del Perdón se hizo notar a la llegada del Simpecado cordobés con un buen rato de sevillanas, mientras que las campanitas de la Fuensanta también sonaron antes al paso de otra casa poblada por cordobeses.

La plaza de la ermita está todo el día en hora punta. El interior del templo está a rebosar de las arenas de los peregrinos . Tras pasar por la ermita casi todos hacen la ofrenda de la cera en la llamada capilla votiva. Se esperan más de un millón de personas durante el fin de semana en la Aldea. Y allí está Córdoba.