CÁDIZ

«El Estrecho se puede convertir en un sumidero de especies exóticas con potencial invasor»

La «Rugulopterix okamurae» es la amenaza más grave detectada en el Estrecho, pero no la única; el catedrático de Biología Marina de la Universidad de Sevilla nos da las claves de lo que está ocurriendo

García Gómez, con parte de su equipo, en La Línea, durante la investigación del alga asiática invasora ABC

Soraya Fernández

Es una de las zonas más importantes de Europa y del mundo en lo que a diversidad marina se refiere, aunque sobre ella se ciernen muchas amenazas . La llegada de especies invasoras y el calentamiento global, entre otros factores, están alterando el Estrecho de Gibraltar, donde confluyen tres regiones biogeográficas vecinas: mediterránea, lusitana y mauritana. Eso ha hecho que muchas de las especies propias de cada región coincidan, lo que enriquece su diversidad.

El Estrecho de Gibraltar, además, es una de las zonas de mayor tráfico marítimo del mundo. Por él transitan más de 90.000 buques al año. Eso supone que sea también una zona de alto riesgo para la biodiversidad marina . El catedrático de Biología Marina de la Universidad de Sevilla, José Carlos García Gómez , natural de La Línea de la Concepción y director el estudio sobre el alga asiática invasora «Rugulopterix okamurae» , nos da algunas claves de la importancia del Estrecho de Gibraltar y de qué está ocurriendo.

García Gómez explica que el Estrecho provee de herramientas biológicas muy útiles a los investigadores y a ciudadanos integrados en el movimiento social de Citizen Science, como estaciones centinelas submarinas y clubes de buceos, para monitorizarlo de manera continua y que las metodologías que se apliquen sirvan para una detección temprana de posibles impactos ambientales y de especies potencialmente invasoras . «Así detectamos cuándo entró la Rugulopterix okamurae en el Estrecho en 2015 y en los enclaves umbríos en 2017, compitiendo ya con especies propias del ecosistema coralígeno de la zona», señala.

El de esta alga, para este científico, es sin duda el mayor impacto natural que se ha producido en el Estrecho de Gibraltar hasta ahora. «No he visto nunca nada parecido. Es impresionante» , sentencia.

Pero son muchas las especies no autóctonas las que se han detectado ya en el Estrecho de Gibraltar. García Gómez describe la situación de un modo muy gráfico pero clarificador: «El Estrecho se puede convertir, como otras zonas del mundo, en un sumidero de especies exóticas con potencial invasor».

Cangrego azul americano

Y es que además del alga asiática se han detectado otras, como el cangrejo azul americano , que ha sido capturado ya en Los Lances, en Tarifa, y otros lugares del Estrecho; y se están registrando fenómenos que han disparado las alarmas.

Una de estas especies invasoras, que ha sido detectada esporádicamente, es la «Mnemiopsis leidyi». Parecida a una medusa, pertenece al grupo de los ctenóforos, es de origen americano y ya provocó «una catástrofe» en el sistema pesquero en el Mar Negro según este experto, ya que se come las crías del boquerón y la sardina. «Está considerada como una de las diez especies invasoras más potentes en todo el Mediterráneo», añade.

Eso sí, aclara que muchas de estas especies no llegan a ser invasoras «pero se suelen quedar con nosotros. De hecho, hay cuatro o cinco especies de macroalgas que están haciendo un daño importante en otras zonas pero que en el Estrecho están presentes de manera discreta».

La más emblemática, según agrega, es tal vez la «Asparagopsis armata», procedente de Nueva Zelanda , que está en todo el Mediterráneo pero que finalmente se ha quedado anclada en un horizonte de profundidad muy próximo a la superficie, donde se ha hecho hegemónica aunque sin molestar al resto.

Cambios de corrientes y migraciones de peces

Otra amenaza mundial de la que no está exento el Estrecho de Gibraltar es el calentamiento global pero también parece que se están registrando «cambios anormales» de corrientes que propician modificaciones, como subidas agua fría fertilizando las aguas superficiales, lo que cambia todo el sistema ecológico. «Esto se debe a la diferencia de densidad del agua como consecuencia de los pulsos de calentamiento excesivos en puntos muy concretos”, indica García Gómez.

Ello, según añade, hace subir los nutrientes, lo que provoca desplazamientos de los bancos de peces , como el que se ha vio a finales de julio en la orilla de la playa de Santa María del Mar, en Cádiz, en la que los bañistas se vieron sorprendidos por miles de diminutos peces. «Se están produciendo importantes migraciones de peces en todo el mundo », indica.

Retiran el arribazón de alga asiática invasora en una playa del Campo de Gibraltar

Y es que las señales de que algo está cambiando son constantes. Unos días antes, el sobresalto vino por el avistamiento de un marrajo de dos metros de longitud obligó a cerrar la playa de Zahara de los Atunes. «Se están dando episodios verdaderamente extraños. Hay incluso pescadores submarinos que han cogido peces de profundidad, de 200 ó 300 metros, y que están ya mucho más próximos a la superficie. Excepcionalmente, también hay peces de alta mar que aparecen cerca de la costa , como ocurrió con el marrajo. De hecho, este año se han visto algunos peces zorro, unos tiburones absolutamente atípicos, cerca de la costa», afirma.

Además, afirma que han llegado ya al Estrecho especies semitropicales , por ejemplo la conocida como Vieja de Canarias, cuyo nombre científico es «Sparisoma cretense» , un pez de roca que ya ha sido detectado en Tarifa. La tintorera , conocida como el tiburón azul, también se ha acercado a las costas en otras zonas geográficas, según reconoce.

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