SEMANA SANTA CÁDIZ

Cádiz revienta de devoción el Jueves Santo

La capital gaditana vive una gran jornada con sus calles llenas de público. Afligidos, Nazareno y Medinaceli, protagonistas del día grande de la Semana Santa

El Nazareno, por las calles del barrio de Santa María. Nacho Frade
Ana Mendoza / Rubén López

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Cádiz se vuelve todo devoción cada Jueves Santo y este no fue una excepción. Con las calles llenas de público salieron las tres hermandades de la tarde para realizar su estación de penitencia en la Catedral.

Afligidos abrió la jornada desde San Lorenzo con su romántico estilo y desde Santa María salió el Regidor Perpetuo y su madre, María Santísima de los Dolores.

Finalmente fue Medinaceli la última hermandad que salió antes de que comenzara la Madrugada. El viento de levante, aún presente, no restó brillantez al comienzo de estas salidas procesionales.

Afligidos

Desde San Lorenzo se vivía el Jueves Santo con emoción. Superado el ecuador de la Semana Santa la hermandad de los Afligidos tomaba protagonismo. En el templo de la calle Sagasta se celebraba la misa vespertina de la Cena del Señor. Y por la tarde se ultimaban los preparativos para la salida procesional una vez más de este magnífico misterio, declarado Bien de Interés Cultural y que después de la urna del Santo Entierro es el más antiguo de los que procesiona en Cádiz. Rosas rojas, espinas y cardos adornaban las andas sobre las que iban este Nazareno de los Afligidos y María Santísima de los Desconsuelos, obras del escultor flamenco, afincado en Sanlúcar de Barrameda, Peter Sterling. Estrenaba la corporación el paño de la Santa Mujer Verónica realizado por Estanislao Mompó y seis trajes de servidores de librea realizados por hermanas de la cofradía.

La hermandad destacaba una vez más por su cuidado cortejo. A la hora prevista se abrieron las puertas de San Lorenzo. Era Jueves Santo y había ganas de ver procesiones en las calles de Cádiz. Continuaba el viento de levante pero ello no restaba interés ni emoción a la jornada. La procesión de Afligidos la iniciaban cuatro bocinas y tras ellas iba el muñidor. Casi 230 penitentes acompañaban a los titulares, además de una treintena de niños vestidos de monaguillos, unas cuarenta personas en la penitencia, la cuadrilla, los músicos... En total un cortejo de cerca de 550 personas el que ponía en la calle el Jueves Santo Afligidos. Los símbolos de la Pasión, la espada y el cirio escoltando al simpecado (como imagen de la Inmaculada) e incluso la presencia encarnada de las tres virtudes teologales: la Fe, la Esperanza y la Caridad, precedían a los titulares.

En el interior del templo avanzaba para acercarse a la puerta e iniciar esa siempre compleja salida desde la iglesia de San Lorenzo. Tras su estreno con el martillo en 2022, Luis Rivas dirigía a los suyos en ese momento en el que cada movimiento tiene que ser muy preciso. El hermano mayor de esta corporación, Ramón Velázquez seguía ese instante con emoción y con la responsabilidad que suponía afrontar un nuevo Jueves Santo. Sonaba la marcha real que interpretaba la banda Enrique Montero de Chiclana que por segundo año consecutivo iría tras Jesús de los Afligidos y María Santísima de los Desconsuelos. Una vez con todo dispuesto, retirados los zancos, y preparado el misterio para procesionar se ordenaba la primera levantá que daba José Julio Reyeros y comenzaba su caminar rumbo a la calle Hospital de Mujeres a los sones de la marcha Afligidos de Juan José Puntas. A continuación se escucharía Virgen de los Desconsuelos, de Julio Pardo Melero, en homenaje al reconocido y apreciado compositor y autor de Carnaval fallecido el reciente mes de febrero.

Nazareno

Algo más temprano de lo habitual, la cruz de guía del Nazareno de Santa María asoma por la puerta de la capilla del Regidor Perpetuo. No fallan los aplausos que cada Jueves Santo el barrio dedica a esa cruz que avisa de que Él ya está aquí. De que ha llegado el Jueves Santo y Cádiz se va a reencontrar con aquel que un día sanó de la peste a la ciudad, al Señor que cada Semana Santa reparte emociones a cada paso. Y lo mejor de todo, que al Greñúo, que nunca se pierde la manera cariñosa de llamarlo, viene acompañado de María Magdalena, su brillante cruz de carey y minutos más tarde de la gitana más guapa, la Virden de los Dolores. 

El barrio como siempre es un hervidero. No se cabe en esa esquina en la que confluyen la llegada al Campo del Sur, la bajada de Santa María con Jabonería y el azulejo del Señor que corteja la puerta de la capilla. Desde un día antes los vecinos han puesto mando en plaza con sus sitios ya previstos en la bajada de Santa María. El Nazareno es suyo, sí, pero también de todos los gaditanos. 

Y si fuera no cabe un alfiler, qué decir dentro. Las monjas concepcionistas aguardan tras la reja a que su vecino vuelva a su convento y puedan rezarle como cada día. Un amplio cortejo de penitentes, sin controles de salida disponibles, autoridades, los hermanos cargadores y el amplio número de devotos y personas que acompañan al Señor y que forman una marea de personas única en la Semana Santa de Cádiz. En ella no faltan el otro alcalde, José María González, que lo es todos los días excepto el Jueves Santo, junto a su madre, muy devota del Señor al igual que su hijo.

El paso de misterio de Jesús Nazareno sigue dejando la impronta de que va a ser, si no lo es ya, una joya de la Semana Santa gaditana y de Andalucía. El frontal de lo mismo así lo vaticina con las maniguetas talladas y esa cartela frontal espectacular. Por su parte, el palio de Dolores sigue una restauración a la que solo faltan las dos últimas bambalinas. Detalles por doquier, a saber: el Señor, con su túnica burdeos, la que viste habitualmente en las salidas extraordinarias, lleva además unos gemelos donados por el periodista Emilio López Mompell con el escudo del Consejo de Hermandades, no falta el bastón de mando y la Virgen lleva en la primera bambalina unos lazos negros en recuerdo a los hermanos fallecidos y en especial a Miguel Jurado, el mayordomo de la hermandad fallecido hace meses y al que la cofradía le dedica la primera levantá.

Suena Regidor Perpetuo, la marcha que anuncia la salida del Greñúo. La interpreta la banda Enrique Galán de Rota que acompañará a la Virgen de los Dolores, mientras la Agrupación Cautivo de Estepona lo hará con Jesús Nazareno. Sones y horquillas gaditanas para que sentir la pasión al paso del alcalde de todos los gaditanos. Petaladas, saetas, gritos de guapo y guapa y vítores al gitano. Esto es Santa María, esto es Cádiz, esto es el Nazareno. Jueves Santo y Madrugá de pasiones. Su barrio le rondará y esperará a eso de las seis de la mañana para darle un beso más.

Medinaceli

Además de Santa María, otro barrio el del Pópulo, vive con intensidad el Jueves Santo y la Madrugada. Fieles y devotos, gaditanos y turistas se desplazaban de un lado a otro. Tras ver al Regidor Perpetuo, en torno a las diez de la noche se centraba la atención en la iglesia de Santa Cruz porque de allí iba a salir el Medinaceli, la otra gran devoción de Cádiz. Numerosas personas esperaban a Jesús Cautivo y Rescatado y a María Santísima de la Trinidad en la Plaza de Fray Félix y en el Campo del Sur, en la trasera de la Catedral Vieja, por donde tomaría el cortejo para bajar por San Juan de Dios.

Se hacía el silencio cuando se abrieron las puertas de Santa Cruz. La cruz de guía se situaba en la rampa de salida de la parroquia gaditana. Respeto ante la salida de un cortejo riguroso que destaca con sus túnicas moradas, capirotes blancos y cíngulo amarillo. Aún es Jueves Santo y Cádiz contemplaba la salida de Jesús Cautivo y Rescatado que lucía señorial, majestuoso en su magnífico paso de plata y sobre un monte de flores de nuevo moradas, con su túnica con bordados y sus manos atadas. Era Jueves Santo y quizás sea la última vez que se vea salir a la hermandad en esta jornada porque tal y como se aprobó recientemente en cabildo de hermanos se quiere volver a la Madrugada. Regresar a las 2.00 horas, tal y como sucediera durante tantos años hasta 2011 cuando ya se pasó al Jueves. Pero para ello habrá que estudiar y reconfigurar estos días.

Con rapidez salieron los penitentes que preceden al Señor así como el cuerpo de acólitos. Llegaba entonces el momento del paso de misterio que se aproximaba al dintel de la puerta. El veterano y experimentado José Luis Pájaro supervisaba la maniobra. Se hacía completamente el silencio en un lugar donde parecía imposible unos minutos antes. Jesús Cautivo y Rescatado, esa imagen que tanto sobrecoge al contemplarla, a su paso, ya se dirigía al Campo del Sur. Tras él una importante penitencia le seguía, rezando, dando gracias, cumpliendo alguna promesa.

A continuación iban los penitentes que precedían a María Santísima de la Trinidad espléndida, obra de Buiza, que va junto a San Juan exornada con flores principalmente blancas. Se acercaba el palio a una salida que hacía sin complicaciones y con las indicaciones de otro capataz veterano, clásico, como es Gerardo Navarro. Una vez fuera este precioso palio se cerraban las puertas de la Catedral Vieja de Cádiz, que se abrirían de nuevo, de Madrugada para la salida del Perdón.

Entre la penitencia se daba una circunstancia especial y es que por segundo año consecutivo se encontraba un preso, gracias a la autorización que la cofradía obtuvo en 2022 del Ministerio del Interior y del propio centro penitenciario, dentro de ese proyecto social que la hermandad lleva a cabo con los internos.

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