Santa Marta y Sagrada Mortaja salen a las calles en un Sábado Santo a medias

El Sábado Santo también ha sido una jornada marcada por la meteorología. De las cuatro cofradías que debían realizar estación de penitencia a la Santa Iglesia Catedral, solo dos se echaron a las calles.

La primera en decidir quedarse en su templo fue la hermandad de la Piedad. No se pudo disfrutar de la cofradía, especialmente de su majestuoso palio y excepcional dolorosa, arropada por un duelo que es una genialidad firmada por Ignacio López. Poco después, justo cuando la cofradía debía echarse a las calles, la hermandad Sacramental de Santiago oficializaba que se quedarían en su templo y rezarían en su interior el Santo Vía Crucis como acto penitencial.

Por el contrario, la hermandad de Santa Marta, que debía ser la primera en poner su cruz de guía en las calles a las 16:00 h., pidió una hora de cortesía. Finalmente, la corporación del barrio de San Mateo decidió salir a las 17:00 h. al manejar unos partes que le permitían una ventana de horas suficientes para completar su estación de penitencia a la Santa Iglesia Catedral. Algo que pudieron cumplir tras pedir esa hora de cortesía gracias a la decisión de la Piedad de no salir, puesto que los horarios del Sábado Santo están muy ajustados para respetar la Vigilia Pascual, cierre de los Santos Oficios y celebración más importante para los cristianos, del primer templo diocesano.

De esta forma, el portentoso paso de misterio salió a la plaza de San Mateo con los sones de la banda de CC.TT. de Rosario de Cádiz y entre sonoras ovaciones. Poco después, lo hizo el paso de palio de Patrocinio, recuperándose estampas de hace varias décadas pues era el reestreno de la hermandad en la nómina del Sábado Santo.

Mientras se efectuaba esta salida, se conoció la noticia de la cuarta cofradía que faltaba por pronunciarse. La Sagrada Mortaja decidió echarse a las calles 25 minutos más tarde de su horario original. Así las cosas, a las 17:45 h. se abrieron las puertas de Capuchinos y Jerez comenzó a disfrutar de la elegante cofradía con su paso de misterio imponente que ofrece tres escenas en un mismo paso: en la delantera, la Virgen de la Caridad siendo consolada por una de las Marías; justo detrás, el cuerpo inerte de Cristo siendo amortajado; y en la trasera, María Salomé desconsolada apoyada sobre el árbol de la vida.

De esta forma, ambas cofradías completaron su estación de penitencia al templo catedralicio, las últimas y, este año, escasas, en una jornada desapacible por el viento y frío. Desapacible, siendo quizás, este calificativo -en lo que se refiere a las cofradías, no a la celebración litúrgica, por supuesto- el más certero para la Semana Mayor 2024 que acaba mañana Domingo de Resurrección.