«No se puede llevar un paso por llevarlo, hay que tener alguna vinculación o sentimiento»

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Capataz de Vera Cruz y Nazareno, dos hermandades totalmente diferentes. «Son dos palios completamente distintos, uno de vela rizada y el otro no. Cambia el andar pero porque te lo marca la hermandad y las marchas. Llevo gente del Nazareno con Soledad y viceversa, todos saben a lo que vamos cada día. Con Soledad andamos para adelante con marchas sobrias y el Jueves Santo bailamos y son marchas más alegres pero al final lo importante es que ambas vayan lo más dignas posibles».

¿Cuesta más para los cargadores ese cambio en el andar? «No tiene mucho que ver, lo importante es la manera de llevar al palio pero para el cargador es lo mismo. Lo esencial es el sentimiento que lleva por dentro. Me encanta el Lunes Santo con Soledad porque es algo muy especial para mí, es un orgullo porque además Vera Cruz es una de las hermandades señeras de la ciudad. Yo voy fuera pero soy uno más de mis compañeros cargadores», reconoce.

En esta Semana Santa el capataz da un paso adelante con el Nazareno ya que será el encargado en capatacía de la cofradía. «Tengo doble responsabilidad el Jueves Santo aunque yo voy a ir con la Virgen de los Dolores, pero evidentemente hay que estar pendiente de todo. Al final todo es el símbolo del trabajo bien hecho. Llevo 13 años con Dolores y seis con Soledad. Lo importante es que el palio vaya bien con dignidad y desfilando bien, y que cuidemos a los cargadores».

Antonio Ramírez no deja de lado el sentimiento y la fe que debe haber debajo de un paso y también delante de él. «Me han llamado de otras cofradías pero entiendo que hay que sentir o tener alguna vinculación con esa imagen o esa cofradía. No puedo llevar un paso por llevarlo. Con Vera Cruz siempre la he tenido y con el Nazareno también. Si me llama alguna tiene que ser que tenga alguna vinculación de fe o devoción a esa imagen. Si no conozco a la cofradía desde dentro es complicado que pueda aceptar esa llamada».

En una ciudad en la que la carga no es una tarea fácil, el capataz se moja. «En Cádiz es más complicado dirigir un palio que un misterio. Cuando estás en la calle los palios pueden sufrir mucho por los balcones y la estrechez de las calles. Llevar un palio no es fácil por eso lo que hacen desde Borriquita con Amparo tiene mucho mérito viniendo desde tan lejos».

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¿Hay cargadores en Cádiz? «Los hay. En mis cuadrillas llevo gente veterana pero también gente joven que hay que ir haciendo. Quizás alguna cofradía puede tener alguna dificultad pero creo que hay mucha gente para llevar pasos en Cádiz. Yo no voy a debatir sobre el estilo de carga, mi manera es la que es. Entiendo que hermandades como Borriquita o Despojado puedan venir a doble paso, pero las que salimos del centro no hace falta», concluye.