Semana Santa Cádiz

Emotiva despedida al Cristo de la Misericordia en la Viña

El Señor ha estado en besapie durante la tarde cuando de forma extraordinaria se han abierto las puertas de la iglesia de La Palma

Hermanos y devotos, ante el Cristo de la Misericordia de La Palma Francis Jiménez

A. M.

Cádiz

La iglesia de la Palma ha vivido este domingo una de esas jornadas emotivas e históricas con la despedida del Cristo de la Misericordia que se retira del culto para ser restaurado después de 55 años.

La devoción viñera deja de estar en su pequeño templo del barrio al que acuden tantos vecinos y fieles para rezarle. La archicofradía de la Palma que afronta ahora unos cinco meses sin su ausencia no ha querido que este adiós temporal pase desapercibido y por eso esta jornada se ha vivido con especial intensidad en el templo.

En el día de la Divina Misericordia el Titular de la hermandad ha estado en ceremonia de besapie durante la tarde cuando de forma extraordinaria se han abierto las puertas de la iglesia de La Palma. Precisamente por la mañana la parroquia abría las puertas a las 10.30 para celebrar la Eucaristía de las 11.00. Ya después se disponía al Señor en la estructura propia del besapie. Han sido numerosos los hermanos y devotos que han acudido a la iglesia para una despedida que ha concluido con el rezo de las cinco llagas y las letanías a la Divina Misericordia.

Una restauración necesaria

Como ya se sabe, serán los restauradores gaditanos Pilar Morillo y Álvaro Domínguez quienes lleven a cabo la restauración de esta imagen. Según el estudio previo estos trabajos van a durar cinco meses y consistirán sobre todo en la reparación de las grietas existentes en la imagen: hombros, axilas, brazos, pecho, costado, sudario y parte trasera de los muslos del Señor. Además se producirá la reparación de la corona de espina y el pergamino del INRI así como el anclaje de las potencias. En este proceso se recuperará la policromía original de la imagen que, con el paso del tiempo, se ha ido oscureciendo y perdiendo.

El de la Palma es crucificado del siglo XVIII y de origen genovés que se intuye fuera de retablo ya que el cuerpo estaba poco detallado a la vez que resultaba desproporcionado. Fue en 1969 cuando el escultor Francisco Buiza procedió a adaptar la cabeza a un nuevo cuerpo de tamaño natural, realizado en sus talleres de Sevilla. Desde entonces, desde hace más de medio siglo, la imagen no ha sido intervenida en ninguna ocasión e inevitablemente el paso del tiempo se percibe en el deterioro del Cristo de la Misericordia. Por ello esta restauración es necesaria e indispensable para el mantenimiento del patrimonio de la archicofradía y la conservación de una de las grandes devociones de Cádiz.

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