Festividad del 16 de julio
Cádiz se entrega a la Virgen del Carmen
Numerosos devotos acompañan a la Reina marinera en su salida procesional
A. M.
Cádiz
El Carmen en Cádiz es devoción y tradición. En la Alameda, en la iglesia del Carmen, numerosas personas se reunían para ver la salida procesional de la Virgen que es patrona de la Armada Española, los marineros y pescadores.
En el templo se encontraba bajo su palio la espléndida talla que ejecutara Jacinto Pimentel ataviada como es habitual con su valioso terno de Teresa del Castillo. El paso iba exornado con gladiolos blancos, además de crisantemos y alhelíes en el mismo color.
En torno a Ella se preparaban con sus escapularios los hermanos que iban a acompañarla, así como autoridades civiles, políticas y militares que conformaban un nutrido cortejo. Entre la representación, por parte de la Armada se estrenaba el nuevo Comandante Naval de Cádiz, Luis Solano.
Por segundo año consecutivo, la Virgen del Carmen iba a seguir un recorrido que le llevaría por la Plaza de Argüelles para estar ante las carmelitas descalzas que son madrinas de la coronación canónica. Pero antes de llegar a ese momento, era la Alameda la que abrazaba a la Virgen en una tarde bastante calurosa.
Aguardaba el público expectante, con fervor, la salida de la procesión. El capataz Manuel Ruiz Gené daba las indicaciones para que el paso cruzara el dintel de la puerta. Sonaba el himno, se escuchaban los vivas y se iniciaba el caminar del palio con Coronación de la Macarena, marcha interpretada por la Sociedad Filarmónica La Oliva de Salteras de Sevilla para la Virgen del Carmen Coronada de Cádiz.
El cortejo avanzaba hacia la Plaza Argüelles para ese encuentro con las religiosas del convento del Corpus Christi. Después seguiría por la Plaza de España y posteriormente la calle Rafael de la Viesca, iniciando así su regreso al Mentidero donde los vecinos aguardaban la llegada de la Reina del Carmelo.
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